Sociedad

¿Cómo son los protocolos a seguir en caso de detectar acoso escolar?

Niños caminando por el interior de un colegio. Redacción digital Noticias Cuatro
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MadridInsultos constantes, desprecios y aislamiento. Esa es la cruda realidad a la que muchos niños y niñas se enfrentan diariamente en las escuelas. Una vez más, España amanece conmovida por el recuerdo de Sandra, la menor que se quitó la vida nada más salir del colegio en Sevilla.

En varias ocasiones, la familia de Sandra había denunciado la pesadilla que sufría la niña, pero el centro no activó ningún protocolo anti-acoso y antisuicidio. Y eso pese a que existen diferentes protocolos en todas las comunidades autónomas para prevenir y o actuar frente a este tipo de situaciones.

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Estas medidas son herramientas que deben aplicarse con firmeza y sensibilidad. Todas ellas basadas en cuatro pilares fundamentales: prevención, detección temprana, intervención y apoyo.

La prevención comienza desde la propia infancia. Consiste en formar a los alumnos desde edades tempranas para que entiendan qué es el acoso escolar, qué conductas no se deben tolerar y, en caso de sufrirlo, poder identificarlo y pedir ayuda.

Detectar que un alumno o compañero está siendo acosado no siempre es fácil. Muchas veces ni siquiera ellos mismos saben cuándo una broma deja de serlo. Sin embargo, hay determinadas señales de alerta: la víctima está más irascible o, por el contrario, más melancólico, más solitario, evita la mirada, el rendimiento escolar ha bajado... Algunos se esconden detrás del pelo, otros no quieren salir con sus amigos de toda la vida.

Los centros deben contar con los mecanismos de vigilancia y vías necesarias para que los alumnos puedan denunciar estas situaciones de forma segura. Romper la barrera del silencio es importante, además de un medida de protección. Sino, el miedo y la vergüenza les domina y la violencia continúa en la sombra.

Una vez se haya detectado el acoso, es necesario actuar cuanto antes. La intervención puede incluir medidas de protección para la víctima y sanciones disciplinarias para el acosador, además de un seguimiento de la situación.

Desgraciadamente, son muchas las familias las que se quejan de que los centros suelen mirar para otro lado o que las medidas tardan mucho en llegar, si es que llegan... Lo más recomendable es recurrir al centro a través del diálogo y presionar para conseguir soluciones urgentes. Entonces, si vemos que el colegio o instituto no responde, se puede acudir a instancias superiores o la policía.

El apoyo a la víctima es vital. Al mismo tiempo, se debe trabajar con el acosador y con los "agresores pasivos" -los espectadores-. Si no se aborda toda la estructura de violencia, el problema se repetirá una y otra vez.

Se necesita educar, sanar, prevenir y actuar con responsabilidad para proteger a quienes aun no tienen suficiente voz o fuerza para protegerse a sí mismos. Para que ningún niño o niña más tenga que soportar lo que sufrió Sandra.