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Día Mundial del Alzheimer: la emotiva historia de Ainhoa y su madre, cuyo diagnóstico le impulsó a estudiar auxiliar de enfermería

Ainhoa y su madre, cuyo diagnóstico de Alzheimer le impulsó a estudiar auxiliar de enfermería
La historia de Ainhoa y su madre, cuyo diagnóstico de Alzheimer le impulsó a estudiar auxiliar de enfermería. NOTICIAS CUATRO
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El domingo 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer. Una fecha en la que se pone en valor a los pacientes de esta dura enfermedad y, también, la de los cuidadores, hijos, hijas, esposas y hermanos que también resultan afectados por el Alzheimer.

Los expertos aseguran que estamos ante una nueva era en el tratamiento de esta dolencia con 40.000 nuevos casos cada año en España. Un ejemplo es el de Ainhoa que cuida de su madre, Marta, desde que ésta comenzó a mostrar síntomas de la enfermedad antes de cumplir 60 años. Es una de las 800.000 personas diagnosticadas en España.

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La historia de Ainhoa y su madre, paciente de Alzheimer

El caso de Ainhoa y su madre es una historia de amor y resistencia. El vínculo entre esta madre y esta hija se ha reforzado desde que hace seis años llegó el diagnóstico de Alzheimer.

“Nos empezamos a dar cuenta de que dejaba el fuego encendido o de que quería desayunar a horas que no eran”, recuerda Ainhoa. Ella tenía 17 años cuando recibió la noticia: “Con esa edad no te esperas un golpe tan duro en la vida, pero poco a poco lo vas asimilando”.

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Desde entonces, la enfermedad ha dejado huella. Marta ha perdido gran parte del habla, la movilidad y sus capacidades cognitivas, lo que requiere cuidados constantes. Por eso, Ainhoa convive con los altibajos: “Hay días que se levanta contenta, y otros que se levanta muy triste. A veces quiere irse de casa o busca a su madre, fallecida hace 20 años, como si aún la estuviera esperando”.

Entre la confusión, también encuentra momentos luminosos: una sonrisa espontánea, una broma compartida, la promesa de compartir juntas un chocolate o un helado.

La experiencia de cuidado marcó a la joven profundamente. Tanto, que decidió estudiar auxiliar de enfermería: "Me hizo darme cuenta de lo que quiero hacer con mi vida”.

Hoy, entre rutinas de medicación y gestos de cariño, madre e hija se acompañan en una relación que trasciende las pérdidas de memoria y el deterioro físico.