Los vecinos de Igüeña, León, se resisten a abandonar sus casas ante el avance de las llamas: “Si tenemos que morir aquí, moriremos"
Los cortafuegos salvaron al municipio de Igüeña, León, de ser devorado por las llamas
Los incendios en España arrasan ya con 396.811 hectáreas, mientras la meteorología comienza a ayudar en Galicia y Castilla y León
La localidad leonesa de Igüeña vivió una jornada crítica tras el estallido de un incendio forestal que, según los primeros indicios, habría sido provocado. Las llamas se propagaron con rapidez por las colinas, obligando a activar el nivel 2 de peligrosidad y a desplegar un amplio operativo de emergencia. Informa Noemí Bautista.
Los principales focos se concentraron en las inmediaciones del pueblo, donde los equipos de extinción decidieron realizar un contrafuego para proteger las viviendas. La estrategia resultó efectiva, aunque el humo persistente y el avance del fuego hacia Tremor mantienen la alerta. Desde primeras horas de la mañana, helicópteros, aviones y brigadas terrestres trabajaron intensamente, con apoyo de la Guardia Civil, Protección Civil, bomberos de Cataluña y de la Comunidad Valenciana.
Vecinos que se niegan a evacuar
Aunque no se ha confirmado la superficie total calcinada, el impacto visual desde la Plaza Mayor de Igüeña refleja la magnitud del desastre. Los vecinos, muchos de los cuales se resistieron a abandonar sus hogares, denunciaron la falta de medios y la escasa presencia institucional durante el día. “Aquí no ha venido ni Dios”, lamentaban, mientras algunos se negaban a evacuar: “Si tenemos que morir aquí, moriremos. Pero marcharme yo, no me voy a marchar”.
La tensión fue palpable durante toda la noche, con familias encerradas en sus casas y niños desolados ante la posibilidad de perderlo todo. Aunque no se han reportado daños estructurales graves en las viviendas, el temor y la indignación por la presunta intencionalidad del fuego han dejado una profunda herida en la comunidad.
