Incendios

Los incendios en España arrasan ya con 396.811 hectáreas, mientras la meteorología comienza a ayudar en Galicia y Castilla y León

Trabajos de extinción en el incendio de O Courel, Ourense. Vídeo: Noticias Cuatro / Imagen: EFE
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Ya son más de 396.811 las hectáreas arrasadas por la oleada de incendios que asola a España, según el sistema de satélite Copérnicus. Las condiciones meteorológicas empiezan a ayudar en Galicia y Castilla y León, pero sigue habiendo zonas críticas, especialmente en Extremadura.

En Cáeceres, el incendio forestal que afecta a Jarilla, sigue activo y presenta una situación preocupante, especialmente por su cercanía al Valle del Jerte, una zona con importantes plantaciones de cerezo. El fuego ha avanzado hasta quemar aproximadamente 16.000 hectáreas, abarcando un perímetro de 160 kilómetros, y ha calcinado ya un 5 % de los cultivos de este frutal en la zona de Gargantilla.

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Los trabajos de extinción se desarrollan en varios frentes, principalmente en el Valle del Jerte y en la zona de Hervás. La orografía quebrada del terreno y las rachas de viento, que pueden alcanzar hasta 40 kilómetros por hora, dificultan enormemente las labores de los bomberos y equipos de emergencia. Durante la noche se han producido varias reactivaciones del fuego, complicando la situación y obligando a modificar la estrategia inicial de extinción.

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Apoyo de 26 medios aéreos

En total, cerca de 500 efectivos trabajan sobre el terreno, apoyados por 26 medios aéreos que realizan descargas constantes para contener las llamas. La lucha es intensa y constante, con especial atención a la quema de matorrales y arbolado, ya que la zona afectada no es mecanizable, lo que obliga a realizar muchas tareas manualmente, ralentizando el avance en la contención del incendio.

Además de los daños materiales, la emergencia ha provocado el desalojo de vecinos, quienes permanecen en situación de incertidumbre y reciben apoyo psicológico para afrontar la crisis. La Guardia Civil colabora en la gestión del acceso a las zonas afectadas, tanto para agricultores como para ganaderos, que intentan proteger sus cultivos y animales.