Dejar el coche aparcado más de 30 días en la calle: riesgos y sanciones, según ordenanzas locales
A partir de 30 días, el riesgo de considerarse vehículo abandonado es muy real, con consecuencias graves
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Puede parecer un acto inofensivo: aparcas el coche en la puerta de casa y te olvidas durante semanas. Pero lo que comienza como una comodidad puede terminar, en muchos municipios españoles, siendo una infracción.
La normativa sobre estacionamiento prolongado no está unificada en todo el territorio español, sino que depende de las ordenanzas municipales que, en ocasiones, son poco conocidas incluso para los propios residentes. Si no mueves el coche durante un periodo prolongado, y especialmente si este supera los 30 días, puedes encontrarte con distintas sanciones económicas, la retirada por parte de la grúa municipal o incluso que el vehículo sea declarado como abandonado.
En un contexto en el que la movilidad urbana, la escasez de plazas y el uso puntual del automóvil han hecho que cada vez haya más coches con poco uso, conocer estos límites se convierte en algo más necesario que nunca. Porque aparcar no es solo un acto cotidiano: puede convertirse en un problema legal si el tiempo corre en tu contra.
Ordenanzas municipales: diversidad normativa y límites variables
El Reglamento General de Circulación, en su artículo 93, delega en cada ayuntamiento la regulación del estacionamiento en superficie. Así, ciudades como Madrid fijan un umbral legal de 5 días hábiles consecutivos para aparcar el mismo vehículo en una misma ubicación; Barcelona amplía ese plazo hasta 8 días, mientras que Vigo lo reduce a apenas 2 días.
En algunos municipios medianos o pequeños, no existe un límite expreso, y el vehículo puede “anclarse” legalmente durante semanas o meses sin generar intervención municipal. Sin embargo, el umbral de los 30 días es clave, ya que son varias las ordenanzas que consideran el coche como vehículo abandonado a partir de ese hito. A esa figura le siguen una notificación al propietario y, eventualmente, la retirada del coche con los cargos que esto conlleva.
Sanciones económicas y remolque: un riesgo latente
Cuando el tiempo excede los límites municipales, la infracción se califica como leve, con multas en el entorno de los 80€, que son reducibles al 50% si se abona la sanción dentro del período voluntario.
La retirada mediante grúa, aunque no es automática, suele ocurrir cuando hay denuncia vecinal o cuando se requiere liberar espacio por eventos. En ese caso, el propietario debe afrontar el coste del traslado y del posterior depósito municipal, que puede alcanzar cientos de euros, con los cargos dependiendo del municipio en el que estemos.
Una situación bien distinta es si dejamos el coche sobresaliendo en ubicaciones con estacionamiento regulado , la falta de tique o superemos en exceso el tiempo abonado. En estos casos se puede dar la inmovilización y remolque tras superar las cuatro horas de demora.
¿Qué sucede tras 30 días sin mover el coche?
Cuando el vehículo permanece estacionado sin actividad durante más de 30 días, muchos ayuntamientos lo consideran abandonado. Este estatus activa un protocolo de aviso al titular, con un plazo que es usualmente de 48 horas, para retirarlo. Si no se hace, el coche puede ser remolcado y enviado al depósito, donde solo saldrá una vez pagados los costes administrativos, además de agotarse la vía para alegaciones .
Dejar el coche aparcado sin mover un fin de semana puede liberar tiempo y energía, pero dejarlo más de dos semanas despierta señales de alerta en muchas ciudades. A partir de 30 días, el riesgo de considerarse vehículo abandonado es muy real, con consecuencias graves: adiós al coche, factura elevada y pérdida de los derechos asociados al propietario.
De esta forma, un estacionamiento prolongado necesita que conozcamos la ordenanza municipal, para saber si afecta el conteo de días hábiles o naturales, si hay excepciones durante obras o eventos y qué límites de tiempo se aplican al SER. ignorar estas reglas puede derivar en sanciones económicas, retirada del vehículo e incluso la pérdida total del mismo si no se responde a tiempo.
Para evitar sorpresas desagradables, conviene mover el coche cada pocos días, consultar la ordenanza del municipio y estar atentos a notificaciones oficiales. Ese gesto de previsión puede ahorrarte más de lo que gastarías en gasolina o transporte público mientras el coche permanece inmóvil.
