Bienestar

¿A quién llamarías en mitad de la noche si te sientes mal? Un estudio descubre la fórmula de la felicidad

Un estudio muestra la fórmula de la felicidad con una pregunta. Imagen: Luis Quintana
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¿A quién llamarían a las tres de la mañana si se sintieran mal? Eso es lo que ha hecho un estudio de Harvard a cientos de personas durante ocho décadas. El objetivo era descubrir la fórmula de la felicidad. Ni el dinero, ni la fama, ni el éxito profesional están ligados de forma estable al bienestar. El secreto está en las relaciones sociales, según informa Dani Berbel.

El estudio Harvard Study of Adult Development se realizó durante más de ocho décadas. Un tiempo en el que han seguido las vidas de más de 700 personas y sus descendientes. La investigación incluyó psiquiatras, psicólogos, sociólogos y epidemiólogos.

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¿A quién llamarías si a las tres de la mañana te sintieras fatal?

Según un estudio de Harvard, las personas que tuvieron vínculos personales estables, significativos y confiables no solo fueron más felices, sino que gozaron de mejor salud física y mental a lo largo de sus vidas. En cambio, aquellas que se mantuvieron más aisladas presentaron más enfermedades cardiovasculares, síntomas de depresión y una expectativa de vida más corta. El estudio advierte que no es una cuestión de cantidad, sino de cuán disponibles y auténticas son esas conexiones.

Para medirlo, el estudio hizo esta pregunta: ¿A quién llamarías si a las tres de la mañana te sintieras fatal? Y buscaban una respuesta, la que fuera, pero una. Porque esta clase de vínculos, en los que uno puede mostrarse sin filtros, son uno de los principales predictores de una vida emocionalmente plena.

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Cinco principios clave para aumentar la felicidad a largo plazo

El estudio advierte que la soledad no se mide por la cantidad de personas que tienes alrededor sino por cuán disponible y auténticas son las conexiones. Así, el objetivo del estudio era indagar si cada persona tenía a alguien con quien mostrarse vulnerable. La investigación concluyó cinco principios clave para aumentar el bienestar a largo plazo: cuidar las relaciones sociales, tomar decisiones conscientes, soltar el pasado, vivir el presente y valorar las pequeñas cosas.

La función que cumple la curiosidad en los vínculos sociales ha sido otro de los descubrimientos del proyecto, ya que el deseo sincero de conocer al otro es esencial para una relación significativa. Según el estudio, los 60 años son la edad más feliz gracias a la experiencia acumulada, la disminución de la presión social y la mayor conciencia de los momentos presentes.

Los investigadores proponen prácticas sencillas para integrarlas en la rutina diaria como dedicar tiempo real a las personas que te importan, practicar la escucha activa, hacer preguntas abiertas, elegir actividades que nutran el bienestar emocional y tomar decisiones alineadas con los propios valores.