Víctimas y voluntarios: La DANA arrasó sus casas y ahora se vuelcan con los pueblos inundados de Aragón
Algunas caras se reconocían: los voluntarios que acudían desde Azuara a Valencia ayer reciben ayuda ahora
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ValenciaMiles de personas de todo el país están enviando ayuda a los pueblos aragoneses afectados por las tormentas del pasado viernes. Especialmente dispuestos se han mostrado algunos de los afectados por la DANA de Valencia que, según informa Manu Reyes en el vídeo, se sienten en deuda con un país que se volcó con ellos.
Los coordinadores de la ayuda avisan, eso sí, de que ya es suficiente. Las localidades afectadas de Aragón son mucho más pequeñas y los daños, por suerte, no han sido tan graves. Los voluntarios son bien recibidos pero han sobrepasado todo lo que podían gestionar. Ahora, allí, no saben qué hacer con tanta solidaridad y avisan de que, si bien están agradecidos, ya no hace falta nadie más.
Caras que se reconocen: fueron voluntarios ayer y reciben ayuda ahora
Luis Montoya fue víctima de la DANA. El pasado octubre casi pierde la vida y, posteriormente, vio como gente de toda España dejaba su grano de arena para ayudarles. Cuando se enteró de lo que estaban sufriendo localidades como Azuara, Moyuela, Letux o Vinaceite no dudó en ir. Ha sido de los primeros voluntarios. Lo más valioso, dice, el agradecimiento de los afectados.
"Nos quedamos con la última frase que nos dijeron: 'tenéis que volver, porque aquí tenéis vuestra casa', ese agradecimiento es lo mejor", se emociona Luis. Y no es para menos, muchos vinieron desde Azuara con sustractores a Paiporta y a Catarroja, recuerda, "ahora nuestra obligación era ir allí".
Las ganas de ayudar superan al trauma.
También Herrera de los Navarros, Villar de los Navarros o Azaila están siendo ayudados por víctimas y voluntarios de la zona cero de Valencia. "Hemos venido con bombas de agua para devolver la ayuda", afirma Ximo Escrivá. Ni siquiera el trauma ha impedido que acudan: María del Carmen perdió su casa en Alfafar y casi la vida. A pesar de estar echa polvo, dice, no duda en querer auxiliar ahora a quienes pusieron de su parte en la catástrofe. "Tengo el recuerdo de lo que nosotros hemos pasado estos meses, a estas personas le ha vuelto a llegar algo parecido", señala.
Entre tanta emoción, a veces cuesta poner sobre la mesa un poco de sensatez. Le ha tocado hacerlo a Ana Isabel Foc, coordinadora de voluntarios de la riada de Valencia. Afirma que los vecinos de Aragón están agradecidos, pero que no es un desastre de las mismas dimensiones. Catarroja tiene 30000 habitantes. Azuara, 500. "Es una lección de humanidad pero, por favor, dejemos de acudir en masa con cosas que aquí, por suerte, no son necesarias. Además, en cantidades no asumibles", ha tenido que explicar. Y es que han sido muchos los que han vuelto al lodo, al miedo y a ponerse las botas de agua, dispuestos a arrimar el hombro.
