Entramos en la cueva de Ojo Guareña: el tesoro arqueológico del corazón de Burgos
Los arqueólogos se centran en investigar restos humanos de hace más de 40.000 años
La entrada de un arroyo en cueva Palomera dejó al descubierto miles y miles de años de historia
El objetivo es descubrir “cómo esas poblaciones humanas se enfrentaron a esos cambios ambientales”
Las excavaciones arqueológicas vuelven a Ojo Guareña, en Burgos. Esta campaña, se centrarán en restos humanos de hace más de 40.000 años en dos de sus cuevas. Según informa Maialen Larrinaga en el vídeo, se trata de un trabajo que les llevará semanas pero que marcará un antes y un después a la hora de entender nuestra historia.
Un equipo de Noticias Cuatro se adentra en Ojo Guareña, el tesoro arqueológico del corazón de Burgos. “Es uno de los sistemas de cuevas más largos e importantes de Europa”, explica Borja González, investigador de posgrado de la UVA, “es aquí donde vamos a hacer esta semana una intervención arqueológica para conocer un poco las ocupaciones humanas en esta zona del Norte de Burgos”.
Como explica Marco Vidal Cordasco, de la universidad de Cantabria, se trata de descubrir “cómo esas poblaciones humanas se enfrentaron a esos cambios ambientales, que fueron muchos durante la prehistoria y que supusieron importantes retos”.
La entrada de un arroyo en cueva Palomera dejó al descubierto miles y miles de años de historia. “Todos estos niveles normalmente se tardan años en ser excavados, lo que facilitó el agua de ese arroyo es que se excavase artificialmente”, explica Borja. “Y nos dio una secuencia que va desde el neolítico antiguo hasta el bronce medio”, apunta Ana Isabel Ortega, de la Real Academia Burguense de Historia.
“Es una secuencia muy grande, con una información única a nivel europeo y probablemente incluso más a nivel mundial”, dice Marco Vidal Cordasco.
Esperan poder recuperar el mayor número de evidencias arqueológicas
En la entrada de Ojo Guareña, aquí dentro de cueva Palomera, ya han comenzado con las excavaciones. “Ahora lo que queremos es poder recuperar el mayor número posible de evidencias arqueológicas cerámicas, pues de fauna, restos humanos, para poder reconstruir cómo eran las estrategias de subsistencia”, explican. “Queremos saber esa característica, cómo se usaba esta parte de la cueva”, dice Ana Isabel.
Estas nuevas excavaciones conseguirán dar respuesta a importantes hipótesis de investigación. “Para conocer la evolución humana estos yacimientos van a aportar información única para responderles”, explica Cordasco.
Información muy valiosa que nos ayudará a contextualizar las crisis y los retos a los que nos enfrentamos hoy en día.
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