Velas, transistores y dinero en efectivo: el apagón nos obliga a regresar a un estilo de vida analógico

El apagón, un viaje en el tiempo al siglo pasado
La importancia de los objetos analógicos durante el apagón
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El apagón dejó en evidencia el nivel de esclavitud a la tecnología a la que estamos sometidos. Tal y como informa Manu Reyes en el video, el corte total de suministro eléctrico dejó al país incomunicado y sin saber qué hacer ante la situación. Incrédulos y en mitad de la incertidumbre colectiva, a muchos se le encendió la bombilla y recordaron cuál era la solución: la vuelta a lo analógico por unas horas. 

El apagón supuso para gran parte de la sociedad un viaje al pasado. La caída de los servicios móviles hacía imposible saber qué pasaba a nuestro alrededor. La carga de los dispositivos, imposible hacerla a través de los cargadores. Cocinar, otro reto durante las 10 horas del apagón. 

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La radio se convirtió en la única fuente de información accesible el día de ayer, uno de los medios más olvidados, pero cruciales en este tipo de situaciones. Las radios y las pilas fueron los objetos más reclamados durante la jornada: "Por la tarde vino todo el mundo a comprar pilas, radios, ha volado todo”. Ferreterías colgaban a las horas el cartel de ‘vendido’ ante la demanda de los ciudadanos. 

Las radios y las pilas fueron los bienes más demandados durante el apagón

Los más afortunados encendían la radio en sus casas para escuchar la última hora. Otros salían a la calle, donde miles de vecinos colocaban sus dispositivos en las aceras a todo volumen para que toda la población pudiese estar a la orden de la situación peninsular. La Gran Vía o Plaza de España se llenaban ayer de corros de gente escuchando las noticias ante la caída de redes móviles, unas de las imágenes más virales de la jornada. 

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La mala costumbre de tener todo el dinero en el banco y las tarjetas en el móvil, ayer jugó una mala pasada a muchos. No llevar encima dinero efectivo supuso un gran problema: “He dejado una pella aquí que ahora tendré que pagar”. Los datáfonos y los bancos online cayeron también, obligándonos a sacar las monedillas que teníamos al fondo del cajón: "Me tuvo que dejar dinero mi madre porque yo no tenía en efectivo”. 

Caída la noche, numerosas nonas de la península todavía no habían recuperado la luz. En mitad de la penumbra, muchos ciudadanos tuvieron que ponerse en busca de linternas y velas, bienes a los que no solemos hacer caso en nuestro día a día. 

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Se cumplen seis meses de la catástrofe de la DANA

Esta lección ya la tenían aprendida, por desgracia, las víctimas de la DANA. Seis meses se han cumplido de la tragedia, coincidiendo con el apagón. Durante la jornada de ayer, los valencianos revivieron parte de la pesadilla que comenzó el 29 de octubre: la falta de suministro y la caída de redes de comunicación. 

Los negocios de las localidades damnificadas también se apagaron ayer, como ocurrió hace 182 días. Aunque la gravedad de la situación es incomparable, los que vivieron de cerca la DANA ya sabían la receta en este tipo de emergencias: la vuelta a lo analógico

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