Qué sí y qué no puedes guardar en un frasco de vidrio

Los frascos de vidrio son excelentes envases para poder conservar los alimentos y protegerlos de la humedad o de visitantes no deseados
No todos los alimentos son aptos para ser almacenados en estos frascos de vidrio, algunos necesitan humedad o pueden reaccionar con la tapa metálica afectando su sabor
Cómo ahorrar dinero en la cesta de la compra
MadridLos frascos de vidrio son elementos comunes en la mayoría de cocinas y se suelen utilizar para almacenar y conservar una amplia variedad de alimentos y productos. Su popularidad se debe a diferentes factores, como su capacidad para preservar la frescura, su resistencia y su neutralidad química. No obstante, es fundamental conocer cuáles son los alimentos que se pueden almacenar en tarros de vidrio y cuáles se deberían evitar.
Alimentos que sí se pueden guardar en un frasco de vidrio
Granos y legumbres
El vidrio puede proteger estos alimentos de la humedad y de plagas como los gorgojos, evitando que se echen a perder. Además, como se trata de un tarro transparente, se puede ver perfectamente cuando es necesario reponer su contenido.
Especias y hierbas secas
Las especias como el orégano, el tomillo o la cúrcuma conservan mucho mejor su aroma y sabor en frascos de vidrio herméticos. De esta manera se evita la absorción de humedad y de olores externos.
Frutas y verdura en conserva
Las mermeladas, los encurtidos o las salsas caseras pueden almacenarse en frascos de vidrio porque permiten que se produzca un sellado hermético. De esta manera se protegerá tanto su sabor como propiedades y se alarga su vida útil.
Frutos secos y semillas
El vidrio ayuda a mantener los frutos secos frescos y crujientes. También se evita la oxidación y la proliferación de hongos, algo que es común en envases de plástico.
Caldos y sopas caseras
Si estos son almacenados en frascos de vidrio bien sellados y refrigerados, pueden conservarse durante más tiempo sin que su sabor se vea alterado. Para congelarlos, siempre se recomienda dejar un espacio libre para la expansión del líquido y evitar que el frasco se pueda romper.
Harinas y azúcar
Almacenar harinas y azúcar en frascos de vidrio es una excelente forma de protegerlos de la humedad y de insectos que puedan aparecer en la despensa.
Productos fermentados
Los alimentos fermentados como pueden ser el chucrut, el kimchi o la kombucha necesitan un ambiente libre de contaminación y el vidrio es el material ideal para almacenarlos, debido a que no reacciona con los ácidos que se producen durante la fermentación.
Alimentos que no se deberían guardar en frascos de vidrio
Alimentos que necesiten ventilación
Los alimentos como el queso fresco, el pan o algunos vegetales necesitan “respirar”. El vidrio crea un ambiente hermético, algo que no es recomendable para estos alimentos ya que pueden desarrollar moho rápidamente.
Alimentos con alto contenido de grasa
A pesar de que el vidrio no reacciona con la grasa, cuando se almacenan aceites o mantequillas en un frasco de vidrio transparente puede ocurrir que se oxiden con la luz, perdiendo su frescura y propiedades. Por lo que se recomienda que en caso de querer almacenarlos en un frasco de vidrio, que este sea oscuro o que se guarde bien protegido en un lugar donde no haya exposición a la luz.
Alimentos muy ácidos
En este caso, el problema no es el vidrio, ya que este no reacciona con la acidez, pero lo que sí que lo hace son las tapas metálicas que suelen sellar los frascos. Al producir una reacción química entre la tapa metálica y la acidez que producen los alimentos como las salsas de tomate, el vinagre o los zumos cítricos, puede corroer la tapa, lo que afectaría a la calidad del alimento. Lo que se recomienda en caso de querer almacenarlos en tarros de cristal es utilizar una tapa de plástico o poner una capa protectora de plástico entre el alimento y la tapa metálica.
Alimentos enlatados una vez abiertos
Cuando se abre una lata de conservas y se introduce el contenido en un tarro de vidrio para una supuesta mejor conservación, se está cometiendo un error. Cuando los alimentos que ya han estado en contacto con el metal de la lata se trasladan a un tarro de cristal, éstos pueden oxidarse más rápido al haber sido cambiados de envase. Lo ideal es consumirlos pronto o almacenarlos en su propio líquido.
Verduras y hortalizas frescas
Las verduras frescas como la lechuga, las espinacas o las zanahorias necesitan humedad y ventilación para poder mantenerse crujientes. Si se guardan en un frasco de vidrio sin la humedad necesaria puede hacer que se marchiten más rápido. Lo que se recomienda es almacenarlas en bolsas que transpiren o simplemente en el cajón de verduras del frigorífico.
Alimentos que se expanden al congelarse
En este caso no es tanto porque no se puedan almacenar, sino porque si no se almacenan correctamente puede resultar peligroso. Los alimentos como la leche o los caldos se pueden guardar perfectamente en un frasco de vidrio, lo que hay que tener en cuenta es que al congelarse van a aumentar su tamaño. Para prever esto, lo que se recomienda es dejar un espacio libre entre el alimento y la tapa, alrededor de unos 2 o 3 centímetros en la parte superior. De esta manera, cuando el alimento se congele y aumente su tamaño, el frasco de vidrio va a permanecer intacto, de lo contrario, lo más seguro es que explote.