Consejos para conducir con lluvia o temporal y evitar el aquaplaning

El aquaplaning es un fenómeno que ocurre cuando una capa de agua se interpone entre los neumáticos y la superficie de la carretera
Puede provocar una pérdida de tracción y de control del vehículo
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MadridConducir bajo condiciones climáticas adversas, como de lluvia intensa o durante temporales, representa un desafío importante para la seguridad vial. Uno de los riesgos más críticos en estas situaciones es el aquaplaning, un fenómeno que ocurre cuando una capa de agua se interpone entre los neumáticos y la superficie de la carretera, provocando una pérdida de tracción y de control del vehículo.
Entendiendo qué es el aquaplaning
El aquaplaning aparece cuando los neumáticos no pueden evacuar el agua acumulada en la calzada, lo que da como resultado una pérdida de contacto con el asfalto. Esta situación es especialmente peligrosa, ya que el conductor puede experimentar una sensación de flotación y una peligrosa falta de respuesta en el sistema de dirección del vehículo.
Entre los factores que afectan, y aumentan, el riesgo de sufrir aquaplaning encontramos algunos de los sospechosos habituales que ponen en peligro la seguridad vial. Hablamos, por ejemplo de ir a una velocidad inadecuada, ya que a mayor velocidad, menor es la capacidad de los neumáticos para dispersar el agua, incrementando el riesgo de aquaplaning.
Otro aspecto clave que hace que pueda aparecer aquaplaning es que los neumáticos estén demasiado gastados. Si la banda de rodadura está desgastada en exceso o las ruedas tienen una presión inadecuada serán menos efectivos a la hora de evacuar el agua de la calzada.
Por supuesto, las condiciones de la carretera también importa, por lo que debemos tener cuidado con las zonas en las que haya acumulaciones de agua, como charcos o zonas inundadas, ya que aumentan la probabilidad de aquaplaning.
Consejos para conducir de forma segura bajo la lluvia y evitar el aquaplaning
- Reducir la velocidad: Adaptar la velocidad a las condiciones climáticas es esencial. Conducir más despacio permite a los neumáticos evacuar el agua de manera más eficiente y reduce el riesgo de perder el control.
- Mantener una distancia de seguridad suficiente: Aumentar la distancia con el vehículo que precede proporciona más tiempo de reacción ante frenadas inesperadas.
- Evitar realizar maniobras bruscas: Realizar movimientos suaves al volante y evitar frenadas o aceleraciones repentinas ayuda a mantener la estabilidad del vehículo en superficies mojadas.
- Revisar el estado de los neumáticos antes de iniciar la marcha: Asegurarse de que los neumáticos tengan la presión adecuada y una banda de rodadura en buen estado es crucial para una correcta evacuación del agua.
- Encender las luces de cruce: Mejorar la visibilidad propia y la de otros conductores es fundamental en condiciones de baja visibilidad debido a la lluvia. Esto no nos ayudará con el aquaplaning, pero sí que aumentará la seguridad vial mientras conducimos en estas condiciones extremas.
- Evitar circular por zonas inundadas: No atravesar áreas con acumulaciones de agua, ya que pueden ocultar irregularidades en la carretera y aumentar el riesgo de aquaplaning.
Si a pesar de seguir todas estas precauciones sufrimos un episodio de aquaplaning, lo mejor es mantener la calma, evitando realizar movimientos bruscos y sujetar el volante con firmeza. Por ello tampoco debemos frenar bruscamente, sino que debemos soltar suavemente el acelerador y permitir que el vehículo disminuya la velocidad hasta recuperar la tracción. Una vez recuperada la tracción, ajustar la trayectoria del vehículo de manera suave y controlada.
La prevención y la preparación son fundamentales para garantizar la seguridad al conducir bajo la lluvia o en condiciones de temporal. Adoptar estos hábitos de conducción defensiva y mantener el vehículo en óptimas condiciones, sobre todo los neumáticos, reduce significativamente el riesgo de accidentes relacionados con el aquaplaning.

