Helicobacter pylori: qué es y cómo se cura
Es una de las infecciones crónicas más comunes a nivel mundial, con una prevalencia de más del 50% de la población global
Aunque muchas personas con H. pylori son asintomáticas, siguen contagiándolo
Superbacterias: la epidemia silenciosa que podría acabar con la humanidad
MadridEl Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria en forma de espiral que afecta al sistema gastrointestinal, causando infecciones que pueden derivar en problemas graves como úlceras gástricas o incluso cáncer de estómago. Esta bacteria fue descubierta en 1982 por los médicos Barry Marshall y Robin Warren, y es una de las infecciones crónicas más comunes a nivel mundial, con una prevalencia de más del 50% de la población global. Sin embargo, no todas las personas infectadas presentan síntomas o complicaciones.
El H. pylori es único en su capacidad para sobrevivir en el ambiente extremadamente ácido del estómago. Produce una enzima llamada ureasa, que convierte la urea en amoníaco, neutralizando la acidez y creando un entorno más favorable para su supervivencia. Esto le permite colonizar la mucosa gástrica y, en muchos casos, desencadenar una inflamación crónica.
¿Cómo se transmite el helicobacter pylori?
La transmisión del H. pylori es principalmente persona a persona, a través de contacto directo con saliva, vómito o heces. También puede propagarse mediante el consumo de agua o alimentos contaminados. Las condiciones de higiene deficientes y el hacinamiento son factores de riesgo muy a tener en cuenta, lo que explica en buena medida su alta prevalencia en países en vías de desarrollo.
Síntomas y complicaciones del helicobacter pylori
Aunque muchas personas con H. pylori son asintomáticas, la bacteria puede causar problemas tan importantes como:
- Gastritis crónica: Inflamación persistente de la mucosa gástrica.
- Úlceras gástricas y duodenales: Lesiones que causan dolor abdominal, náuseas e incluso sangrado.
- Cáncer gástrico: La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica al H. pylori como carcinógeno del tipo 1.
- Linfoma MALT: Un tipo de cáncer raro asociado al tejido linfoide gástrico.
Diagnóstico del helicobacter pylori
El diagnóstico de la infección por H. pylori se puede realizar a través de varios métodos:
- Prueba de aliento con urea: Detecta dióxido de carbono marcado producido por la bacteria.
- Test de antígenos en heces: Identifica proteínas específicas de H. pylori.
- Endoscopia con biopsia: Permite obtener muestras de la mucosa gástrica para análisis.
- Análisis serológico: Detecta anticuerpos, aunque no distingue entre infecciones activas y pasadas.
Tratamiento del helicobacter pylori
El tratamiento tiene como objetivo erradicar por completo la bacteria para prevenir o tratar las complicaciones asociadas a su infección. Los tratamientos más comunes incluyen la terapia cuádruple con bismuto, que es una combinación de inhibidores de la bomba de protones (IBP), bismuto, tetraciclina y metronidazol, y está recomendada en áreas con alta resistencia a antibióticos.
Otra alternativa es la terapia cuádruple sin bismuto, que Incluye un IBP, amoxicilina, claritromicina y metronidazol. La terapia triple es la siguiente posibilidad, estando compuesta por un IBP, amoxicilina y claritromicina, aunque su eficacia ha disminuido en regiones con alta resistencia a la claritromicina. La duración del tratamiento varía entre 10 y 14 días, y la adherencia al régimen es crucial para asegurarnos de que tenga éxito.
Medidas de prevención
- Higiene personal: Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de usar el baño.
- Solo beber agua potable: Consumir agua limpia y segura.
- Manipulación adecuada de alimentos: Cocinar bien los alimentos y evitar productos crudos o mal cocidos.
- Control sanitario: Mejorar las condiciones de saneamiento en comunidades vulnerables.
El Helicobacter pylori es una bacteria común pero potencialmente peligrosa si no se trata adecuadamente. Aunque muchos portadores no experimentan síntomas, las complicaciones asociadas pueden ser graves, subrayando la importancia de la detección y el tratamiento oportunos. Además, adoptar medidas preventivas puede reducir significativamente la incidencia de esta infección, especialmente en áreas con condiciones de higiene deficientes.
