Los vecinos de Monte Alto (A Coruña) desalojan un narcopiso que llevaba meses atormentando al barrio

  • Los vecinos de Monte Alto logran desalojar un piso que llevaba okupado desde noviembre

  • La vivienda se convirtió en un narcopiso que provocó que el barrio se volviera inseguro y se llenase de droga

  • En los años ochenta ya se enfrentaban al problema de la droga, pero al menos no robaban ni amedrentaban

Los vecinos de Monte Alto, en un barrio de A Coruña, ante su desesperación por la situación han decidido actuar y reunirse para desalojar un piso que llevaba okupado desde noviembre. Organizados, tanto vecinos como comerciantes tumbaron a patadas la puerta y aguantaron frente a la vivienda hasta que salió el último okupa. Durante el desalojo los okupas les arrojaron varios objetos desde la ventana y llegaron a golpear a algunos de los vecinos

Esta vivienda se convirtió en un narcopiso que provocó que su barrio se volviera inseguro y se llenase de droga. Un vecino del barrio afirma que hubo mucha gente que fue atracada y les robaron bastantes cosas. Otra vecina cuenta que le llegaron a amenazar con navaja, que no se sienten seguros prácticamente ni en su casa. Durante las protestas los vecinos reclamaban que la policía nacional actuase frente a los okupas, pero sin la debida orden judicial no tenían permiso para expulsarles.

Los agentes hablaron con los okupas que aseguraron que tenían intención de irse, pero que temían por un posible linchamiento colectivo. Por lo que se mantuvieron dentro de la casa hasta las 20:00 cuando los policías lograron sacar a dos de ellos. Media hora después expulsaron a un tercero, pero en el interior permanecían todavía un hombre y una mujer. Estos no abandonaron la vivienda hasta después de las 02:00, cuando apenas quedaba algún vecino frente al piso.

El principal problema no era la droga, sino la violencia de los okupas del narcopiso

Al día siguiente los vecinos estaban muy satisfechos. Una vecina asegura que al menos consiguieron hacer algo que ya vale mucho, aportar tranquilidad de nuevo al barrio. El piso ya se encuentra tapiado tras la actuación policial, que estuvieron vigilando para que nadie volviera entrar en éste. Otra residente del barrio comentó que en los años ochenta ya se enfrentaban al problema de la droga, pero que al menos en esos tiempos ni robaban, ni se metían con los mayores y los niños; y que ella salía a trabajar a las 07:00 con miedo.