Un grupo rebelde crea un campamento para "rehabilitar" a desertores de Estado Islámico

El campo, gestionado por el grupo Jaysh al Tahrir, estaría situado en una localidad rural del norte de Siria, según informa la cadena BBC, que ha obtenido material sobre el interior de estas instalaciones. En ellas, unos 300 internos cuentan con instalaciones básicas y reciben un buen trato.

"Intentamos rehabilitarlos y alterar sus pensamientos", ha explicado un portavoz rebelde, Mohamad al Ghabi, en declaraciones a la radiotelevisión pública británica. "Quienes lo deseen pueden llamar a sus embajadas y coordinarse con ellas", ha explicado.

Entre los desertores y detenidos figuran numerosas personas extranjeras, incluidas varias procedentes de Francia, Países Bajos y Polonia. Muchos de ellos llegaron a Siria para sumarse a una causa de la que ahora reniegan, en la mayoría de los casos decepcionados.

Abu Ismail, de origen holandés, ha contado que llegar a Siria fue mucho más fácil que intentar salir y ha reconocido que la vida dentro de Estado Islámico no era como se esperaba. "Nos trataban muy mal, especialmente a los que éramos de otro país", ha contado. "Les das la vida para que puedan tomar el control. Te utilizan para cosas malas", ha añadido Ismail.

DERROTA MILITAR

Ghabi ha asegurado que, desde hace siete u ocho meses, Estado Islámico está sufriendo bajas y derrotas como nunca antes, lo que ha llevado a algunos de los combatientes a buscar salidas. Según la BBC, los rebeldes reciben vídeos y otros documentos de combatientes que quieren escapar junto a sus familias de Raqqa, considerada la capital del autoproclamado califato.

Ghabi, no obstante, ha advertido de que el tiempo se acaba para los que quieren desertar y ha aclarado que, quienes no abandonen las filas de Estado Islámico o hayan cometido algún tipo de delito serán juzgados por tribunales islámicos mediante la estricta aplicación de la 'sharia'. Algunos de ellos serán ejecutados, ha confirmado.