Mueren 23 soldados y dos policías en ataques de los talibán tras el inicio de su 'ofensiva de primavera'

Nasrudín Nazari, jefe del distrito de Dasht-e-Archi, ubicado en la provincia de Kunduz (norte), ha detallado que catorce soldados han muerto en un ataque ejecutado en la noche del miércoles contra un puesto de control en la aldea de Qurlaq.

Asimismo, ha señalado que los insurgentes incendiaron un vehículo militar y robaron armas y munición del lugar, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Pajhwok.

Horas después, al menos dos policías murieron y otros seis resultaron heridos en otro ataque de los talibán en el distrito de Baghlan Markazi, ubicado en la provincia de Baghlan (noreste).

También en la noche del miércoles murieron nueve soldados en otro ataque en la localidad de Chaghatak, situada en la provincia de Faryab (norte), según ha informado la cadena de televisión local Tolo TV.

El incidente se saldó con 15 militares heridos, tal y como ha confirmado el gobernador del distrito de Almar, Mohamad Salé Salé Almar.

Por su parte, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha recalcado que los insurgentes han llevado a cabo un total de 130 ataque sen todo el país desde el inicio de su ofensiva, bautizada como operación 'Al Jandaq' y cuyo objetivo es combatir a lo que definen como fuerzas "infieles" extranjeras y afganas.

En un comunicado publicado el miércoles, el grupo integrista fundado por el mulá Omar dijo que la ofensiva se desarrollará en todo el país para atacar a las fuerzas militares extranjeras y a las fuerzas de seguridad afganas, además de al Gobierno.

En el marco de la nueva ofensiva, los talibán pidieron a sus milicianos que garanticen que los civiles y sus propiedades no sufren ningún daño en sus operaciones. En esta misma línea, solicitaron a los afganos que se mantengan alejados de las bases y acuartelamientos de las fuerzas de seguridad afganas y de las fuerzas militares foráneas, así como de sus convoyes.

El anuncio de la ofensiva de primavera de los talibán llega en un momento en el que se están aumentando los esfuerzos desde el Gobierno para tratar de poner fin a la violencia mediante un proceso de reconciliación. Los talibán se han negado hasta el momento a participar en cualquier negociación para cerrar un proceso de paz.