Accidentes

Duro golpe al turismo y la historia de Lisboa tras el accidente del funicular de Gloria tras 140 años de servicio

Imagen de archivo de los funiculares de Gloria en Lisboa. Imagen: Europa Press / Vídeo: Noticias Cuatro
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El accidente del elevador de Gloria en Lisboa ha conmocionado a la sociedad portuguesa. Además del número de víctimas, 16 fallecidos y una veintena de heridos, se trataba de un elemento característico de la capital portuguesa y uno de sus principales atractivos turísticos. Con más de 140 años de historia era un sistema de transporte sencillo y muy útil para los vecinos y viajeros. Informa Carlota Núñez.

El funcionamiento de este elevador se basa en cables de tensión que permiten que los dos vagones circulen a la vez cada uno en una dirección uno de bajada y otro de subida.

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Permite salvar un desnivel del 18 %

Lo hacen a través de un sistema de cable con poleas que está debajo del suelo lo que convierte a los vagones en una especie de contrapeso. El recorrido es muy corto, llega a 300 metros y se hace en apenas 3 4 minutos.

En cada uno de estos vagones caben 42 personas que lo utilizan sobre todo para subir la gran cuesta con un desnivel del 18 % que une el barrio de la Baixa con el Alto.

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La empresa que lo gestiona asegura que todas las inspecciones están al día. La última integral se hizo en el año 2022, pero varios sindicatos han desvelado que hay denuncias de trabajadores por ese deficiente mantenimiento.

La instalación tiene mucha historia, se inauguró en 1885 y desde entonces ha pasado de funcionar con tanques de agua a estar electrificado.

Accidente sin víctimas en 2018

En 2018 este mismo elevador ya descarriló, aunque no dejó víctimas ni heridos y es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad cada año, más de tres millones de personas se suben a él.

Turistas y residentes se acercaban hoy al lugar del accidente, conmocionados aún por lo sucedido. Algunos explicaban que caminaban “por aquí todos los días y hoy la avenida de la Libertad ya no es la misma”.

Las autoridades portuguesas han declarado luto nacional. Y no es para menos porque para muchos lisboetas el elevador de Gloria” es más que un simple transporte, es un icono urbano”.

Tres millones de personas lo utilizan al año. Muchos turistas que hoy seguían con el susto en el cuerpo hablaban de una “desgracia que pudo ser más, porque si no llega a frenar en esa casa podría pasar por la plaza y matar a muchísima más gente”.

También hay miedo entre los comerciantes próximos al lugar del accidente y los habituales de la zona que aseguran que “no volveré a coger el tranvía nunca más”. Dentro del funicular caben 22 personas sentadas y 20 de pie en cada una de las dos cabinas con las que cuenta, pero al parecer no siempre se respetan las plazas. Antes había alarmas para entrar y hoy día parece que entra todo el mundo, da igual que sean 40 o 50 viajeros.

Después de lo sucedido, el Ayuntamiento ha suspendido el servicio de todos los elevadores históricos. El siniestrado es uno de los más antiguos. Fundado en 1885, conecta la zona centro de la ciudad, cerca de la Plaza de los Restauradores, con el barrio Alto, y traslada a pasajeros a uno de los miradores más famosos de la capital, el de San Pedro de Alcántara.

Ciento cuarenta años llevaba este funicular ayudando a la gente a subir la empinada Cuesta de Gloria. La tragedia de ayer golpea la cultura, identidad y memoria de todo un país.