Hito científico del MIT: crean una pierna biónica que se conecta a los músculos y permite notar sensaciones
Su creador es Hugh Herr, prodigio de la escalada que dejó su carrera tras un grave accidente
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BostonEl Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha logrado un hito científico que podría transformar miles de vidas. Han conseguido robotizar una prótesis de titanio de una pierna y conectarla directamente con los músculos y nervios del cuerpo humano, informa Álvaro Berro en el vídeo. Se trata de un antes y un después para las personas que han sufrido la amputación de alguno de sus miembros.
Y es que con este nuevo implante el usuario adquiere el control de movimientos complejos y aumenta su velocidad. El artífice del invento es Hugh Herr, ingeniero biónico del MIT y prodigio de la escalada que tuvo que dejar su carrera después de que un grave accidente le provocase la amputación de las dos piernas.
Una pierna biónica mucho más similar a las de carne y hueso
El equipo del MIT ha diseñado una pierna biónica que conecta con el hueso, pero también los músculos y los nervios. Lo hace mediante un implante osteointegrado en el fémur y una interfaz neural que imita el comportamiento de los músculos. Es decir, las señales nerviosas de movimiento llegan también al implante. Este avance supone un control preciso sobre movimientos complejos, que hasta ahora era mucho más limitado. Permitiría, por ejemplo, caminar por terrenos irregulares o subir escaleras con facilidad.
Quienes la lleven podrán andar de forma más fluida, adaptarse a obstáculos o incluso notar sensaciones. Serán conscientes de la posición y el movimiento de la prótesis, que se siente ahora como parte del cuerpo. Así, la pierna biónica tiene un motor para ayudar al movimiento y aumenta un 40% la velocidad de las personas amputadas. De momento, eso sí, solo incluye la articulación de la rodilla.
La historia de superación de su creador
El artífice de este avance es Hugh Herr y su equipo de ingenieros biónicos. El estadounidense ha dedicado su carrera a trabajar para conseguir prótesis cada vez más avanzadas. Sus implantes emulan funciones biológicas y se controlan por señales nerviosas.
Este ingeniero biónico e investigador fue un prodigio de la escalada, uno de los mejores escaladores de Estados Unidos en los años 80. A los 17 años, sufrió un grave accidente mientras practicaba su deporte preferido y quedó atrapado durante una tormenta en el monte. Padeció una congelación severa en ambas piernas y se las tuvieron que amputar por debajo de las rodillas.
Su objetivo vital desde entonces es eliminar la discapacidad del mundo. No en el sentido médico, sino en el sentido tecnológico. Esta última invención es un gran paso hacia el control natural del movimiento y la sensibilidad de las prótesis que, sin duda, facilitará mucho la vida de las personas amputadas.
