La trayectoria del papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y jesuita del Vaticano

Bergoglio, el primer papa latinoamericano y jesuita: la trayectoria del pontífice que rompió moldes en el Vaticano
La biografía del papa Francisco
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El argentino Jorge María Bergoglio, de 88 años, se convirtió en el primer papa jesuíta y latinoamericano del Vaticano. Su pontificado marcó un punto de inflexión en la Iglesia católica mundial. El pontífice se encontraba convaleciente tras sus últimos problemas de salud que le mantuvieron en el Hospital Gemelli de Roma, según informa Dario Menor.

Jorge María Bergoglio era un desconocido cuando en 2013 fue elegido para sustituir a Benedicto XVI. Bergoglio era entonces arzobispo en Buenos Aires, con una fuerte preocupación por los marginados pero con una relación poco clara con la dictadura de Argentina.

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Jorge María Bergoglio, el primer papa latinoamericano y primer jesuita

Bergoglio fue el primer papa latinoamericano y el primer jesuita. Nació en Buenos Aires en 1936 y era hijo de emigrantes italianos. Fue ordenado sacerdote en 1969, arzobispo de Buenos Aires en 1998 y creado cardenal en 2001 por Juan Pablo II. Tenía 76 años cuando su antecesor, Joseph Ratzinger, renunció por “falta de fuerzas”.

Pero Francisco tenía el apoyo de conservadores y reformistas de la Iglesia. Se convirtió en el papa más social que ha tenido el Vaticano, ya que abrió las puertas de la Iglesia a los homosexuales y a las mujeres. Tras ser nombrado el 266º Papa de la Iglesia católica, decidió alojarse en la austera Casa Santa Marta y en su primer encuentro con la prensa dijo: "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres". ‘Los tiempos están cambiando’, titulaba la revista ‘Rolling Stone’ con su llegada al Vaticano.

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Francisco, un papa que lavaba los pies a los inmigrantes y viajaba a zonas como Irak

Benedicto predicaba con el ejemplo. Como en su etapa argentina, hacía gala de su austeridad y cercanía. Vivía en un pequeño apartamento vaticano, donde también se quedaba en verano, lejos del palacio de Castel Gandolfo. En estos 12 años, Francisco centró su atención en las personas vulnerables e incluso hizo un llamamiento para acabar con la guerra entre Rusia y Ucrania. Lavaba los pies a los inmigrantes, algunos musulmanes, viajaba a lugares inéditos para un papa como Irak o Sudán del Sur (nunca a España) y se emocionaba al hablar de las guerras de Ucrania y Gaza.  

"Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo como verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino", ha señalado Camarlengo desde la Casa Santa Marta.

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Calificó de “crímenes abominables” los casos de pederastia en la iglesia

No hubo cambios en su postura sobre el aborto o el sacerdocio femenino, pero sí calificó como “crímenes abominables” los casos de pederastia en la iglesia y de “pecado” la criminalización de los homosexuales. Eso y su determinación de erradicar la corrupción del banco del Vaticano y sustituir a cardenales no afines le valió un número creciente de oponentes, dentro y fuera de la iglesia.

En los últimos tiempos, también fue muy crítico con el capitalismo desenfrenado y con Donald Trump, especialmente en su trato a los migrantes. En los últimos meses, se agravaron sus problemas de salud: bronquitis, caídas, problemas de movilidad y visitas recurrentes al hospital. “¿Fue un papa comunista?”, le preguntaron una vez. “Yo solo trato de seguir el evangelio”, respondió.

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