El Titanic todavía tiene historias que contar más de un siglo después de su naufragio. Este escáner 3D, hecho a partir de 700.000 fotografías, ha conseguido recrear las zonas oscuras del buque a las que es imposible acceder. Esto permitirá analizar, por primera vez, con precisión forense lo que ocurrió en 1912, según informa Diego Arce.

Y gracias a este trabajo, realizado entre Magellan y Atlantic Productions, se han descubierto importantes detalles. Por ejemplo, el iceberg no provocó grandes boquetes en el casco, sino que tenían el tamaño de una hoja de papel. Pero esas perforaciones eran múltiples y recorrían todo el Titanic de proa a popa.

El escáner 3D, realizado a 3.800 metros de profundidad, ha confirmado el testimonio de muchos de los supervivientes: había electricidad en el Titanic y el hielo penetró en algunos camarotes durante la colisión. Las calderas estuvieron funcionando incluso cuando una parte del mismo estaba sumergido en las gélidas aguas del Atlántico. Todo gracias a trabajadores que sacrificaron su vida. Este gesto habría permitido que muchos se salvaran.

Así, han encontrado los objetos de los que no lo hicieron y que estaban esparcidos en el fondo del océano. Este estudio tardará años en culminar y hasta entonces seguirá ofreciendo nuevos detalles que, por ahora, permanecen ocultos a más de 3.000 metros de profundidad. Esto se utilizará como base para el documental ‘Titanic: The Digital Resurrection’ de National Geographic.

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