Cierra la campaña más atípica que pronostica un escenario de ingobernabilidad

Hoy es jornada de reflexión en Cataluña, solo quedan 24 horas para decidir en las urnas el futuro de los catalanes, con los dos bloques casi empatados, según las encuestas. Anoche, todos los partidos echaron el resto para convencer a los indecisos en sus actos de cierre de la campaña más dividida, que pronostica un escenario de ingobernabilidad.

Con un acto central en Barcelona y un denominado mega-mitin de Junts per Cataluña que han seguido en más de 100 puntos de toda la comunidad, Puigdemont aparecía en pantalla desde Bruselas, pidiendo casi a la desesperada el voto útil de todos los independentistas. Para el expresident fugado estas elecciones son la segunda vuelta del referéndum ilegal del 1 de octubre y consciente de que se juega la hegemonía soberanista con Esquerra promete que volverá al Palau de la Generalitat con el que fue su gobierno, es decir, con Oriol Junqueras como vicepresidente. El mitin final de Esquerra ha sido en Sant Vicen dels Horts, la localidad de la que Junqueras fue alcalde, y donde se ha vuelto a escuchar su voz.

Con Inés Arrimadas en su punto de mira porque las encuestas dan ganadora, Marta Rovira ha lanzado un mensaje claro: el objetivo es tener más votos que Ciudadanos. La número dos de Esquerra reivindica a su cabeza de lista encarcelado, después de celebrar por la mañana un acto frente a la prisión de Estremera.

Inés Arrimadas, en un multitudinario acto hizo un llamamiento a votar en masa. Por último, Miquel Iceta se mostró como la alternativa a Puigdemont, Xavier García Albiol se postuló como el mejor seguro contra el independentismo y los Comunes ansían tener llave para gobernar.