Ayuso, en rebeldía ante el registro de objetores de conciencia por el aborto

La Comunidad de Madrid es donde más abortos se practican en España por población, , pero no en la sanidad pública.
De los más de 100.000 que se practicaron en nuestro país el año pasado sólo el 20% se hicieron en hospitales públicos.
La Comunidad de Madrid es donde más abortos se practican en España por población, pero es de la que menos se practican en la sanidad pública. Solo un 0,5%. El Gobierno ha pedido a las comunidades un registro de objetores de conciencia garantizando la confidencialidad de los datos pero Madrid se niega.
Hoy termina el plazo para crear ese registro, así lo recuerda la Ministra de Sanidad y la comunidad Madrileña espera que el litigio siga en los tribunales.
"No voy a hacer una lista negra de médicos nunca"
"No voy a hacer una lista negra de médicos nunca", dijo Ayuso en su día. De hecho invitó a irse a otro lugar a abortar si no se estaba de acuerdo con esta idea. Ayuso dijo que no iba a señalar a ningún médico por practicar un aborto o por dejar de practicarlo.
Porque hoy a las doce, lo recuerda la ministra de Sanidad, termina el mes que el Gobierno había a dado a las comunidades crear registro de objetores de conciencia al aborto. Madrid se niega y lo justifica así: "No va a haber listas negras, no voy a señalar a nadie, quien quiera estar en un registro se apuntará".
Pero ese registro no es público. Sólo acceden a el los responsables de los centros sanitarios. Y es en los privados en los que se producen más abortos. De los más de 100.000 que se practicaron en nuestro país el año pasado sólo el 20% se hicieron en hospitales públicos frente al casi 80% de los centros privado En Madrid, la diferencia se dispara. Solo el 0,5% de los abortos se practican en la sanidad pública.
Pero ni el plazo, que vence esta noche, ni las explicaciones del Gobierno han hecho cambiar de opinión a Ayuso que convierte a Madrid en la única comunidad que no creará el registro. Baleares y Aragón, también gobernadas por el PP, sí han acatado el requerimiento del Gobierno. Ayuso, una vez más, rebelde.

