El trabajo de Cometa, el centro de gestión de las pulseras antimaltrato que atiende 1.700 alertas al día
165 trabajadores hablan con víctimas y agresores pero también con jueces y policías
El Gobierno cambiará el contrato de las pulseras antimaltrato tras los polémicos fallos en los dispositivos
Un equipo de Mediaset ha estado en Cometa, el centro de gestión de las pulseras antimaltrato. Desde estos ordenadores se gestionan 1.700 alertas al día emitidas por dispositivos de protección frente al maltrato. En la sala reciben avisos de todo tipo, desde la manipulación de pulseras hasta la descarga de baterías.
“Cualquier alerta detrás tiene su protocolo pormenorizado para cada una de ellas”, señala Amaranta Cegarra, centro de operaciones Securitas. Aunque las más prioritarias son las que alertan de que se han saltado los límites del alejamiento. “Llamamos al agresor para contrastar un poco la información que nosotros obviamente estamos viendo. Luego llamamos a las puertas de cuerpos de seguridad del Estado”, afirma Cegarra.
“Los jueces habitualmente suelen llamar directamente a Cometa”, explica Esther Erice
165 trabajadores trabajan atentos a todo: hablan con víctimas y con agresores, pero también tienen contacto con policías y con magistrados. “Los jueces habitualmente suelen llamar directamente a Cometa”, explica Esther Erice, presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género. Erice evita el alarmismo y recuerda que las pulseras son parte de un sistema de protección más amplio.
“Los jueces si ven que un dispositivo presenta problemas o hay alguna deficiencia, toman otras medidas”, indica Erice. Aunque admiten incidencias con el operador actual y con el anterior. “Porque no es algo infalible. La pulsera es útil, pero no es el único medio y desde luego no es infalible”, añade. Igualdad, al tanto de esas incidencias, las tendrá en cuenta a la hora de licitar el proyecto de nuevo.
