Consumo

Las subvenciones y ayudas que puedes aprovechar para cambiar ventanas y mejorar la eficiencia energética

2026 es el año ideal para renovar ventanas y mejorar la eficiencia energética. Freepik
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Cambiar las ventanas puede parecer una obra menor, pero en realidad es uno de los cambios con mejor retorno en términos de eficiencia energética, confort y ahorro en la factura. En 2025, muchas de esas obras están muy bien subvencionadas por el Estado, comunidades autónomas y fondos europeos. Ahora es un gran momento para renovar las ventanas antiguas y sustituirlas por unas mejores, por ejemplo con doble acristalamiento, rotura de puente térmico o mejoras en persianas.

El marco general se ha activado con fuerza gracias a los fondos Next Generation EU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en España, que han puesto en marcha líneas claras de apoyo para la rehabilitación energética de edificios: mejorar ventajas, aislamientos, sistemas de climatización y tecnologías renovables. Además, el régimen fiscal también permite deducciones por obra de eficiencia energética.

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Cuáles son las ayudas que están disponibles

Ayudas estatales y europeas

El programa de ayudas a las actuaciones de mejora de eficiencia energética en viviendas del Ministerio de Vivienda contempla la renovación de carpinterías exteriores y acristalamientos como actuaciones subvencionables, siempre que permitan una mejora certificada, como en la reducción de demanda tanto de calefacción como refrigeración.

Para reformas de eficiencia energética en España en 2025, en general se pueden cubrir entre un 40% y un 80% del coste de la obra, dependiendo siempre de la comunidad autónoma, el grado de eficiencia energética conseguido y la situación económica del solicitante.

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Ayudas regionales y “Plan Renove Ventanas”

Las subvenciones para el cambio de ventanas en nuestro país se encuentran dentro del marco del Programa de ayuda a las actuaciones de mejora de la eficiencia energética en viviendas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los fondos Next Generation EU.

Estas ayudas, según el Ministerio de Vivienda, cubren hasta un 40% del coste de la actuación para viviendas unifamiliares, con un límite aproximado de 3.000 euros por vivienda para acciones como la sustitución de carpinterías exteriores o ventanas, siempre que se acrediten ciertos requerimientos técnicos.

A la misma vez, las convocatorias autonómicas han fijado plazos específicos para 2026. El plazo límite de este programa estatal sería el 30 de junio de 2026. En cuanto al porcentaje, muchas comunidades autónomas cubren ese 40% mencionado anteriormente, y en casos en los que las actuaciones sean más amplias o sean colectivos vulnerables puede aumentar al 50% o más.

Estos programas contemplan lo siguiente: en cuanto a quién se puede beneficiar estipulan que deben ser propietarios, usufructuarios, arrendatarios con consentimiento del propietario, incluso comunidades de propietarios si la actuación afecta a elementos comunes. En cuanto a la vivienda, debe ser la vivienda habitual, aunque en ciertas comunidades hay excepciones o condiciones específicas para las segundas residencias.

Además, señalan que el cambio de ventanas debe aportar una mejora demostrable en eficiencia energética. Reducir como mínimo un 7% la demanda de calefacción y/o refrigeración, o una mejora del consumo de energía primaria no renovable de al menos un 30%. Por otro lado, muchas ayudas exigen que la actuación tenga un coste mínimo para que pueda ser subvencionable.

¿Por qué merece la pena cambiar las ventanas ahora?

Cambiar las ventanas no solo mejora el aspecto de una vivienda, también es una inversión inteligente que tiene un impacto directo con el confort, ahorro y el valor del inmueble. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, hasta un 30% de las pérdidas de calor en invierno o del frío en verano se producen por unas ventanas ineficientes.

Esto quiere decir que, cambiando las ventanas por unas con rotura de puente térmico y doble o triple acristalamiento, se puede reducir en gran medida el gasto en calefacción y aire acondicionado. Ahora mismo, cada grado cuenta mucho en la factura.

Otro gran motivo es el económico que hemos mencionado anteriormente, ya que al continuar vigentes las ayudas europeas, las deducciones fiscales por eficiencia energética permiten recuperar entre un 30% y un 80% del coste de la obra, dependiendo siempre del tipo de vivienda y de la magnitud de la reforma. Además, es una inversión que se puede amortizar fácilmente a los pocos años gracias al ahorro energético mensual.

Por último, hay un factor estratégico: a partir de 2030, las viviendas con calificación inferior a la letra E podrían tener restricciones para alquilarse o venderse según el nuevo Reglamento Europeo de Eficiencia Energética de Edificios. Esto quiere decir que las reformas de mejora, no solo van a mejorar el confort inmediato, sino que también protegerán el valor del inmueble ante las futuras exigencias legales.

Cuando se vayan a cambiar las ventanas, en lo que conviene fijarse es en el material. El PVC destaca por su gran aislamiento térmico y acústico, mientras que el aluminio con rotura de puente térmico ofrece una solución más resistente y moderna. Lo ideal sería optar por el doble o triple acristalamiento, que consigue mantener la temperatura interior estable durante todo el año. Además, siempre es mejor escoger a profesionales acreditados, ya que una mala colocación echaría por tierra el aislamiento.