El antiguo yacimiento petrolífero de Nini en el Mar del Norte será el primer almacén submarino de CO2 de la UE

Una imagen del yacimiento de Nini en el Mar del Norte. Cuatro
  • El antiguo yacimiento de Nini se convertirá en el primer almacén submarino de CO2 en Europa

  • De extraer petróleo a inyectar CO2: Es lo que va a hacer la Unión Europea en el Mar del Norte

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De extraer petróleo a inyectar CO2. Es lo que va a hacer la Unión Europea en el Mar del Norte, para luchar contra el cambio climático. El antiguo yacimiento de Nini ya no da para más. Ahora se convertirá en el primer almacén submarino de CO2 en Europa. Las iniciativas de captura y almacenamiento de carbono (CAC) se denominan Greensand Future.

La mejor manera de llegar es en helicóptero. Despegar desde el Aeropuerto de Esbjerg, una plataforma remota en el Mar del Norte, es una visita poco común para los medios de comunicación. Esta no es la típica instalación petrolera que uno podría imaginar. A vista de helicóptero parece una plataforma petrolífera, una de las muchas y remotas que hay en el mar del Norte, pero en esta, el proceso se invierte.

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"En vez de extraer petróleo del yacimiento, invertiremos el flujo e inyectaremos CO2"

Peter Bjerre , jefe de mantenimiento de NEOS Energy explica el proceso: "En vez de extraer petróleo del yacimiento, invertiremos el flujo e inyectaremos CO2". La plataforma está pegada al yacimiento petrolífero de Nini, agotado después de décadas de extracción y se va a convertir en el primer depósito marino de CO2 de la Unión Europea. "No queremos desindustrializar Europa, queremos aportar herramientas para descarbonizarla".

Greensand ha llegado a acuerdos con plantas de biogás danesas para enterrar las emisiones de carbono capturadas en los yacimientos agotados del campo petrolífero de Nini. Se está construyendo una terminal de CO2 para almacenar temporalmente el gas licuado en el puerto de Esbjerg, en la costa occidental de la península danesa de Jutlandia. Un buque de transporte especialmente diseñado, denominado Carbon Destroyer 1, se está construyendo en los Países Bajos.

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La idea es inyectar CO2 en el lecho marino y sepultarlo a 1.800 metros de profundidad

La idea es inyectar CO2 licuado en el lecho marino, sepultarlo a 1.800 metros de profundidad. Empezarán el año que viene y para 2030 el objetivo es 8 millones de toneladas al año. Es una de las vías de la UE para alcanzar el objetivo cero neto de emisiones en 2050.

Los defensores de la tecnología de captura de carbono afirman que es una solución climática, ya que puede eliminar los gases de efecto invernadero, el principal impulsor del cambio climático, y enterrarlos a gran profundidad. Señalan que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el principal organismo mundial de científicos del clima, ha declarado que esta tecnología es una herramienta en la lucha contra el calentamiento global.

Greenpeace cree que no resuelve el problema de la reducción de emisiones, solo lo esconde

Los ecologistas critican este método. Helen Hage, de GreenPeace, considera que "no soluciona el problema, lo esconde y lo peor, dicen, sirve de excusa para seguir retrasando la reducción de emisiones.

Para 2040, el objetivo de la UE es almacenar 280 millones de toneladas de CO2 al año parece mucho, pero no es nada porque estamos emitiendo 38.000 millones de toneladas anuales a nivel mundial y subiendo.

Los expertos del servicio geológico de Dinamarca afirman que la roca arenisca del yacimiento de Greensand es muy adecuada: casi un tercio del volumen de la roca está formado por pequeñas cavidades, perfectas para almacenar el CO₂ licuado, dice el investigador principal Niels Schovsbo. Utilizado para extraer combustibles fósiles del fondo marino, este proyecto revitalizará el yacimiento. El potencial es realmente enorme. Si observamos algunos de los estudios geológicos realizados, Dinamarca tiene el potencial de almacenar cientos de años de nuestras propias emisiones.

Descubrimos que no hay reacciones entre el yacimiento y el CO2 inyectado. Y comprobamos que la roca de sellado que lo cubre tiene suficiente capacidad para contener la presión que se induce al almacenar CO2 en el subsuelo", dice el investigador principal Niels Schovsbo.