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Cómo evitar fraudes en compras online durante el Black Friday: de descuentos engañosos a robo de datos

Las prisas y los “chollos” suelen ser el anzuelo perfecto. Freepik
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El Black Friday lleva ya tiempo consolidado en España como un momento clave para adelantar las compras navideñas y ahorrarse unos euros a la vez. Pero esa avalancha de ofertas también es un imán para estafas y engaños. Este año, las alertas saltan más fuertes que nunca: desde páginas falsas que imitan a grandes marcas hasta “envíos sorpresa” con códigos QR maliciosos preparados para robar los datos de quien se atreva a entrar en ellos.

Comprar con buen ojo no solo consiste en comparar precios, también en identificar riesgos, estar alerta antes de hacer clic y proteger los datos personales y bancarios. En este artículo compartiremos cuáles son los tipos de fraude más comunes durante el Black Friday, cómo detectarlos y qué medidas concretas puedes seguir para que tus compras online sean una oportunidad y no un problema.

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Las trampas más comunes que pueden estropear el Black Friday

El Black Friday se ha convertido en una auténtica maratón de ofertas donde las prisas y la emoción juegan a favor de los estafadores y en contra del comprador ingenuo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más del 35% de los compradores españoles ha detectado en algún momento precios inflados o webs sospechosas durante la campaña.

La tendencia va en aumento. Las estrategias de fraude se han sofisticado: algunas son descuentos imposibles, otras tienen contadores falsos o productos a punto de agotarse y otras, directamente, buscan el robo de datos.

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Descuentos falsos y precios “maquillados”

Una de las trampas más frecuentes es el llamado false discounting, una práctica que consiste en subir el precio días antes para volver a bajarlo después y presentarlo como “la oferta del año”. Según el Ministerio de Consumo, este tipo de maniobras pueden considerarse publicidad engañosa y acarrean sanciones de hasta 100.000 euros. El problema es que muchas veces pasa completamente desapercibida porque los consumidores no suelen recordar cuál era el precio anterior.

Por suerte, existen comparadores o herramientas de histórico de precios donde se pueden ver las oscilaciones que han tenido y así comprobar si el descuento es real o no. De esta manera, los consumidores evitan caer en la trampa de “gangas” que no lo son.

Tiendas online falsas o “clones” de marcas

Otra de las estafas estrella del Black Friday son las páginas web fraudulentas que imitan a la perfección a grandes marcas. El dominio cambia solo una letra o tiene extensiones un tanto extrañas como .shop, .store, o .co. El diseño es tan idéntico que cuesta distinguirlo y los precios demasiado buenos para ser verdad. Tanto, que suelen ser una estafa.

Para hacer que el consumidor pique, los estafadores suelen lanzar campañas de publicidad en redes sociales, donde solo hay que hacer clic en el enlace para entrar en la boca del lobo.

El INCIBE (Instituto Nacional de Seguridad) advierte que incluso las web con candado (https) pueden ser falsas, ya que hoy día cualquiera puede obtener un SSL gratuito. Para identificarlas hay que fijarse en los detalles: faltas de ortografía, falta de aviso legal, direcciones de correo genéricas, no hay forma de contactar en caso de dudas, no hay redes sociales o en muchos casos, venden artículos que nunca se han visto en esa marca. Cuando hay algo que chirría, probablemente es por que es falsa.

Esta práctica también se puede encontrar en perfiles de Instagram, TikTok o Facebook donde se han detectado decenas de perfiles falsos que se hacían pasar por marcas conocidas. Éstos vendían productos inexistentes a través de anuncios siguiendo el patrón anterior: precios muy bajos, urgencia y pagos por transferencia o Bizum.

Antes de comprar, se recomienda entrar al perfil oficial de la marca, comprobar si tiene el distintivo de verificación o si redirige a la página oficial.

Phishing, smishing y brushing: los fraudes del clic rápido

Durante el Black Friday y su aluvión de paquetes, aumentan los mensajes falsos de transportistas o bancos. Estos son conocidos como phishing cuando son por correo electrónico o smishing cuando son por mensaje. Suelen simular ser alguna empresa de transportes, como Correos o también Amazon, y suelen pedir que se verifique un envío que está pendiente o que se actualicen los métodos de pago. Para ello, redirigen al usuario a una web falsa para robar los datos bancarios.

Evitar esto es sencillo, nunca hay que hacer clic en un correo electrónico o sms que haya una mínima sospecha de ser fraudulento. En Black Friday es complicado distinguirlos. Se recomienda que, si vienen de Amazon, Correos o alguna otra empresa de transporte, siempre se entre a la página oficial a través de la barra de navegación y desde ahí, confirmar que si hay que hacer algún cambio.

Por otro lado, el brushing es otro método de estafa que ha llegado a España. Es cuando se recibe un paquete que no se ha pedido con un código QR en su interior. Esto puede parecer inofensivo, pero si se escanea este código, directamente se están entregando los datos personales o, se instala un malware en el móvil. La recomendación de la Guardia Civil es que no se abran enlaces ni códigos de remitentes desconocidos y que se destruya el paquete.

Reseñas falsas y valoraciones manipuladas

El marketing del boca a boca digital también tiene su lado oscuro. Cada vez más tiendas recurren a reseñas falsas para generar confianza. Un estudio de la Comisión Europea ha calculado que hasta un 55% de las opiniones online sobre productos durante el Black Friday pueden estar parcial o totalmente manipuladas, Cuando todas las reseñas son de cinco estrellas, con una redacción parecida y están publicadas en el mismo día, hay que desconfiar. Este tipo de acciones son para posicionar su página y que el cliente la vea en las primeras posiciones de Google.