Consumo

Qué productos y servicios suben más de precio en verano y cómo anticiparte para gastar menos

Productos y servicios que suben en verano y cómo anticiparte
Comparar precios puede ayudar a ahorrarUnsplash
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El verano es sinónimo de vacaciones, ocio y tiempo libre, pero también de un incremento notable en los precios de diversos productos y servicios. Desde alimentos hasta suministros básicos, pasando por el turismo y la energía, los consumidores se enfrentan a un aumento en el coste de vida durante los meses de verano. Debido a esto, es fundamental conocer qué bienes y servicios se suelen encarecer y cómo uno se puede anticipar a estos aumentos para poder mantener el control del presupuesto familiar.

Debido a las modificaciones que hace el verano en la rutina de los consumidores, determinadas categorías de productos y servicios tienen a aumentar sus precios de manera cíclica entre julio y septiembre por el aumento de la demanda, la estacionalidad del suministro o la especulación. Estas subidas de precio no son algo aleatorio, sino que responden a patrones económicos bien identificados y, en muchos casos, predecibles.

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Alimentos frescos y bebidas

Durante el verano, frutas y verduras como la sandía, el melón, los tomates, el pepino o la lechuga tienen mayor protagonismo en la dieta mediterránea. Sin embargo, fenómenos climáticos como las olas de calor, sequías o incendios forestales afectan directamente a la producción y a la cadena de suministro. Todo estos factores hacen que los precios se disparen.

Además, las bebidas no alcohólicas, como refrescos, aguas embotelladas y zumos también ven un incremento del precio cercano al 10% durante los meses más cálidos, sobre todo en zonas turísticas y en establecimientos costeros.

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Turismo y hostelería

El turismo es uno de los sectores que más influyen en la economía estival española. En verano de 2024, el número de turistas internacionales que visitaron España superó los 11 millones entre junio y agosto. Este boom provoca un encarecimiento directo en el alojamiento, la restauración y los paquetes turísticos.

Los hoteles suben sus tarifas hasta un 40% respecto al resto del año, los restaurantes pueden subir el precio de sus menús del día en zonas turísticas y costeras, alcanzando precios de 22 euros entre semana. Además, las agencias de viajes advierten que los paquetes turísticos pueden subir hasta un 25% si se reserva a última hora.

Además, se produce un fenómeno que se conoce como “turismo estacional especulativo”, en el que algunos alojamientos turísticos suben precios de forma injustificada sabiendo que la ocupación será alta, lo que también distorsiona mucho el mercado local de alquiler.

Energía eléctrica: climatización y consumo intensivo

En los meses de verano, el uso de aire acondicionado y ventiladores se dispara. Esto genera un pico de consumo energético, lo que repercute directamente en la factura eléctrica. Aunque en 2024 el precio de la luz descendió respecto al año anterior por la bajada del gas natural y la aportación de renovables, el consumo doméstico creció un 18% entre junio y agosto.

Carburantes y transporte

Durante el verano también se dispara el uso del vehículo privado. Más del 70% de los viajes estivales se realizan en coche, lo que genera un incremento puntual de la demanda de carburantes. Las estaciones de servicio aprovechan esto, y en fechas clave como los fines de semana de julio o la Operación Salida, los precios aumentan entre 5 y 10 céntimos por litro.

Además, hay que sumar parkings y peajes más caros en zonas turísticas o los billetes de avión y tren hasta un 60% más caros si no se compran con antelación.

Suministros básicos como agua y telecomunicaciones

El aumento del consumo de agua potable es otra constante del verano. Durante estos meses se dan duchas más frecuentes, riego de jardines o piscinas privadas, esto eleva el gasto de agua y, en muchos municipios, se encarece el precio del agua para poder cubrir los costes de depuración y distribución.

En cuanto a las telecomunicaciones, muchas familias escogen paquetes más completos para poder tener internet en la segunda residencia o añaden datos móviles para viajes.

Estrategias para anticiparse y reducir gastos

Planificación de compras

Adelantar la compra de productos no perecederos y aprovechar las ofertas previas al verano puede suponer un ahorro muy significativo. Además, escoger marcas blancas y comparar precios entre distintos establecimientos ayuda a controlar el gasto.

Reservas anticipadas en turismo

Planificar las vacaciones con antelación permite acceder a mejores precios en alojamientos y transporte. Usar comparadores de precios y estar atento a las ofertas puede marcar la diferencia en el presupuesto de vacaciones.

Eficiencia energética en el hogar

Implementar medidas como el uso de cortinas para reducir la entrada de calor, mantener una temperatura adecuada en los sistemas de climatización y utilizar electrodomésticos en horarios de menor demanda puede ayudar a reducir la factura eléctrica.

Uso racional del agua

Revisar posibles fugas, instalar dispositivos de ahorro y adoptar hábitos responsables en el consumo del agua son acciones esenciales para evitar incrementos en la factura durante el verano.

Revisión de tarifas y servicios contratados

Analizar las tarifas de servicios como telefonía, internet y energía, y considerar cambios o ajustes según las necesidades que se tengan durante los meses de verano, puede dar como resultado un ahorro importante.