Un perro abandonado fue atendido y adoptado por los miembros de una gasolinera, sin saber que ese animal se convertiría en un auténtico salvavidas para el propietario meses después. El perro logró evitar un asalto de tres personas que intentaban acceder al recinto para robar los objetos y el botín de su interior. Los ladridos y la entereza de este canino consiguió aflorar el miedo de estos tres ladrones y que huyesen "con el rabo entre las piernas".