La joven artista japonesa, Megumi Igarashi, con la intención de desmitificar los genitales femeninos, un tabú en Japón, decidió realizar una impresión en 3D de su vagina para más tarde hacer un Kayak con dicha forma. Este hecho le ha llevado a ser detenida por las autoridades japonesas, por una ley que prohíbe la distribución de materiales obscenos.