Lone Scherfig: "El verdadero Dogma no fue solo una excusa para hacer películas de escaso presupuesto"

"El verdadero dogma no fue solo una excusa para hacer películas de escaso presupuesto, sino también una manera de hacer algo que no fuera tan estilizado, un buen paralelismo respecto a las películas muy finas y distinguidas", ha señalado Scherfig este viernes 21 de octubre durante un encuentro con los medios.

La cineasta formó parte del movimiento Dogma 95, que se caracterizó por rechazar los efectos especiales, la luz artificial, los decorados y otros efectos, bajo cuyos preceptos estrenó el filme 'Italiano para principiantes' (2000). Desde entonces, su carrera ha continuado un camino que la ha llevado a optar a un Oscar, un resultado que es fruto de su formación.

Según ha explicado, la educación que tuvo fue "muy clásica", así que las películas que hizo antes de formar parte de Dogma son "perfeccionistas" y cintas que podrían considerarse "de la vieja escuela europea". Esto se sumó a la crudeza del Dogma, lo que le ha permitido hacer "mainstream" aunque de una manera "más espontánea y salvaje".

En este sentido, ha indicado que esto es algo que los actores agradecen, porque no les gusta tener a un director "muy controlador", sino trabajar en equipo. "Son estrellas, tienen más que perder, y la mayoría de ellos parecen apreciar la influencia no solo en el resultado sino mantener la vida que solo consigues si trabajas al estilo dogma", ha explicado, al tiempo que ha destacado que con el humor y la comedia, señas de identidad en su cine, el control no funciona.

En este sentido, preguntada por la mayor influencia del movimiento dogma en el cine en general, Scherfig cree que rompió "algunas barreras con el público" y permitió ver "el contenido, más que el continente". "Cada director dogma encontró su propia voz, salieron de este movimiento y aprendieron algo de aquello para seguir trabajando", ha agregado.

Además, Scherfig ha resaltado que Dogma 95 fue la respuesta danesa al deseo por retratar a la gente de la calle, una herencia social que tiene relación con otros movimientos anteriores como el realismo italiano y la "nouvelle vague" francesa, un encuentro entre el "equipo técnico y las voces del cine que tuvo como resultado este "modo honesto de hacer cine".

El amor a la historia y a los personajes, la falta de perfeccionismo y la habilidad de usar obstáculos técnicos o de tiempo son algunas de los aspectos que integraron estos cineastas en sus trabajos. "Si tienes un problema, piensa en ello de otra manera y resuélvelo de manera que se integre en la película", ha resumido la directora danesa.

FUERA DE LAS CUOTAS

En cuanto a la presencia de mujeres cineastas en Dinamarca, ha señalado que las diferencias no se pueden comparar "para nada" a lo que ocurre en Estados Unido, en Asia o en India, puesto que en su país ha habido "grandes cineastas" desde los años 40, aunque reconoce que "estadísticamente hay menos películas dirigidas por mujeres".

En este sentido, ha señalado que en Suecia existen "cuotas", de manera que la mitad del presupuesto va destinado a las directoras, pero ha señalado que no quieren ese sistema para Dinamarca, porque no quieren tener "privilegios".

Además, ha destacado que su película 'Italiano para principiantes' es, hasta la fecha, la película danesa de más éxito del país, lo que se suma al éxito de la directora Sussane Bier. Además, ha destacado que cineastas de éxito como Lars Von Trier han ayudado a estas cineastas. "Son muy sexistas pero nos respetan y nos ayudan", ha dicho.

En el marco del Festival de Cine de Madrid se proyectarán varias de sus películas. De ellas, destaca 'Wilbus se quiere suicidar', que sigue siendo la cinta que más le ha gustado de todas las que ha hecho, "un cóctel de humor y emociones".

Actualmente, prepara 'The finniest', que se estrenará en España en primavera, "un tributo al cine" y "una película romántica" con un reparto internacional, en el que se encuentran Gemma Arterton, Sam Claflin, Bill Nighy, Jack Huston, Richard E. Grant y Jeremy Irons, entre otros.