El desastre de Chernóbil

cuatro.com 22/04/2006 11:54

En abril de 1986, la explosión de una central nuclear soviética contaminó la atmósfera con 400 veces más radiación que la bomba de Hiroshima. Este sobrecogedor documental analiza lo que ocurrió en Chernóbil, desde la perspectiva de Valeri Legasov. Legasov fue el científico responsable de investigar el porqué del desastre y que dos años después se suicidó.

Su muerte fue un ‘shock’ para toda la industria nuclear soviética. Esta dramática reconstrucción de los hechos desde el punto de vista de los testigos, expone una inquietante verdad: los que vivían y trabajaban en los alrededores de Chernóbil fueron víctimas, no sólo de la radiación sino también de los secretos y mentiras de aquellos en los que confiaban.

El peor accidente nuclear de la historia ocurrió en las 24 horas comprendidas entre el 25 y el 26 de abril de 1986. Lo increíble del "accidente", es que las causas de la explosión fueron una larga serie de decisiones tomadas de manera consciente supuestamente para garantizar la seguridad. Los técnicos de Chernóbil ignoraron un sistema de seguridad tras otro para, irónicamente, testar la seguridad del reactor.

Querían comprobar si las turbinas podían seguir dando energía a las bombas de enfriamiento del reactor, en el caso de una pérdida de vapor de este. Su experimento resultó fatalmente erróneo. Una explosión de vapor disperso material radioactivo y provocó la explosión de otros gases, se produjo un incendio que alcanzo el techo del edificio del reactor, enviando al cielo una columna de fuego y radioactividad. Dos personas murieron a causa de la onda expansiva.

Minutos después de la explosión bomberos de la planta nuclear y de las ciudades de alrededor luchaban contra el fuego pero recibieron enormes dosis de radioactividad. El balance de muertos fue de 31, la mayoría bomberos. Pero la radioactividad se extendió a lo largo y ancho y desde 1986 las estimaciones son de 15.000 muertos a causa del cáncer.

En la actualidad el reactor está enterrado pero miles de acres de tierra seguirán contaminados durante siglos. Al principio las autoridades rusas intentaron encubrir el accidente. Pero el 28 de abril, las estaciones de monitorización suecas informaron de unos niveles anormales de radioactividad en el aire y pidieron explicaciones. Finalmente, y tres días después de la explosión, el Gobierno Soviético admitió el accidente. Esta es la historia de aquella tragedia.