“La corrupción es sistémica pero no puede ser sistémica porque en un ambiente democrático no todo el mundo puede ser corrupto”, decía Cristina Almeida y añadía: “Lo pueden ser quienes se prestan a este tipo de financiación ilegal y en ese sentido puede haber algo que por una parte es sistémico pero por otra no, es la actuación de un partido que deja de ser un partido democrático”.