Bob Harris, considerado un héroe local, se encontraba haciendo el amor con una chica que no era su mujer, cuando su corazón “empezó a bailar el mambo”, tal y como explicaba House.
Tras provocarle una situación de estrés en el hospital, vuelve a sufrir una crisis. En ese punto, House piensa que puede ser epilepsia, pero la prueba revela que no se trata de eso. Luego, considera la posibilidad de que se trate de un tumor, por lo que le realizan otra prueba, durante la cual la doctora Adams observa una masa en su cuello.
Durante la operación que le realizan, le detectan un linfoma en el lugar del bulto. House llega a la conclusión de que se trata de una infección en el hígado que se extiende muy rápido. Por ello, necesitaría un trasplante de hígado de forma urgente. Su mujer y todo el pueblo entero acuden a la consulta para ver si son compatibles. El paciente afirma que no podría admitir que le donen parte de un hígado sin revelar todos sus actos.
Así, empieza a confesar, ante la atenta mirada de sus vecinos, su infidelidad, sus timos en su taller, etc. De esta forma, no terminan de dar con un donante compatible.
El paciente pierde hasta la piel
Al comparar la situación del hígado hace diez horas, descubren que estaba empezando a sanar solo, lo que les daba más tiempo para lograr un donante. House sospecha que se pueda tratar de una reacción alérgica. Al probar si era alergia al trigo, le acaban provocando una fuerte erupción en el pecho, pero no es alérgico a él. De pronto, el paciente comienza a perder, incluso, la piel.
Todo ello les conduce a la conclusión de que se trataría del Síndrome de Stevens Johnson, el cual provoca que las medicaciones hagan empeorar la enfermedad y para el cual no hay tratamiento. Chase se encontraba en la habitación con él, cuando, de pronto, le confiesa que también mató a gente. Ahí ha sido cuando éste ha detectado un aneurisma en el cerebro del paciente, en el área que controla los impulsos. Por eso, al hacerse éste más grande, las confesiones del paciente, también.
Según House, el aneurisma también es otro síntoma de otra enfermedad, la enfermedad de Kawasaki, provocada por los productos de limpieza aplicados a la alfombra del motel en el que el paciente mantuvo relaciones sexuales.