Pronto descubrimos el fuerte carácter de Amèlie, que explota cuando su madre se niega a darle dinero o cuando decide quitarle el teléfono móvil. La joven solo piensa en salir de fiesta, tiene a su madre como esclava y no atiende a su hijo pequeño. Tal es la ira de la chica que hasta se enfrenta a Jero cuando éste acude en su búsqueda a la salida de una discoteca.
El equipo del programa se ha puesto manos a la obra y se ha empleado a fondo para reestructurar la relación de esta familia, que cuenta además con un padrastro al que Amèlie trata con igual despecho. Durante una actividad en la que madre e hija se han puesto cara a cara para hablar de sus problemas, ha salido a relucir el verdadero origen de la ira y rencor de la joven, que ha arrancado una confesión inesperada por parte de su madre.
Amélie descubre el tormentoso pasado de su madre, que sufrió violencia de género, y rompe a llorar en una actividad planteada con Jero, en la cual toma conciencia de la falta de espacio que le deja a su familia con su actitud agresiva. Después ha llegado el momento de la reconciliación, no sin antes enfrentarse a los vídeos en los que ve cómo se comportaba anteriormente, algo que le ha provocado un gran estupor. Antes de esto, Amèlie ha conocido a Dakota, una ex participante del programa, que le ha animado a cambiar como ella hizo.