En el episodio 'Un viaje animal. Parte 2', Frank Cuesta y su equipo prosiguen su viaje por las selvas del sur de Tailandia en busca de los animales más sorprendentes. En esta entrega encontraremos, entre otras especies, a la tortuga vampira, el martín pescador y el lirón asiático.
Frank Cuesta descubre en este programa a la tortuga vampira: un quelonio que tiene una media sonrisa propia de una calabaza de Haloween. Este impresionante animal escupe agua por encima de la nariz como si de un barco de vapor se tratara.
El herpetólogo leonés que recorre Tailandia con sus zapatillas de goma y su raquetero de tenis al hombro, también encontrará a un extraño animal que tiene fama de dormilón: el lirón asiático. Su aspecto es el de una rata con cola de ardilla.
Apasionados de los pájaros Nacho y Frank, buscaran algunas de las aves más peculiares de Asia: un raro emplumado nocturno con una imponente cresta; y un 'martín pescador', un especimen de porte gallardo y varonil que tiene fama de ser una gran depredador acuático.
Antes de lanzarnos a la aventura, Frank visita la casa de un amigo suyo fanático de los reptiles a las afueras de Bangkok. Allí viven felices decenas de camaleones de todos los tipos y colores, sin perder nada de vista con sus increíbles ojos, alimentándose de grillos con sus pegajosas lenguas y criando simpáticos bebés que su dueño ayuda a nacer con verdadero mimo. Una especie sin duda apasionante cuyo principal atractivo es que cambia de color algo que, por cierto, hace según sea su estado de ánimo.
Frank visita un telar donde se fabrica la seda, un valioso tejido elaborado en Tailandia desde el siglo XIII. El hilo de la seda auténtica lo produce la oruga de la mariposa Bombix Mori o gusano de seda. En este lugar nos muestran como crían a las larvas con hojas de morera hasta el momento en que tejen alrededor de sí mismas un capullo de un solo hilo. Para que no se rompa en el momento de que emerja la mariposa tras la metamorfosis del insecto, se hierven los capullos y éste muere al instante. También pasamos a los telares donde se confeccionan los tejidos a la manera tradicional.
Antes de concluir nuestro viaje divisamos una de las serpientes más bonitas del mundo. Es la 'rayo del sol', capaz de brillar con toda la gama de colores cuando la luz solar la ilumina de pleno. Es una de las denominadas "serpientes rey", esto es, que se alimenta de otros ofidios.