Jonatan alucina con la fantasía sexual cumplida de su cita en ‘First Dates’: “Un cambio de roll”

Jonatan alucina con la fantasía sexual cumplida de su cita en ‘First Dates’: “Un cambio de roll”
Jonatan y Sara durante su cita en 'First Dates'
  • Sara ha perdido 63 kilos y Jonatan 80: “Me sometí a una reducción de estómago”

  • Sara se sincera con su cita: “Al verte he pensado que no teníamos nada en común”

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Sara se ha presentado en ‘First Dates’ como una persona bastante impulsiva y poquitín friki, le encantan los videojuegos, el anime, el maquillaje “tengo cascos con orejitas y todo el PC rosita”. Le gustaría conocer a un chico alto e inteligente “hay algo que se llama ‘sapiensfilia’, que le pregunte de algo y me sepa responder”. Es muy mandona y prefiere que su pareja sea un poco tranquila.

Jonatan, su cita, se identifica con Spider-Man porque a pesar de los golpes que le ha dado la vida, siempre se levanta y sigue adelante. Al ver a Sara ha alucinado “me ha parecido un bellezón”. Nació en Bilbao, pero está viviendo en un pueblecito de León. A Sara no le ha impactado su físico, pero “no me suele fijar mucho en el físico”.

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Han comenzado a hablar con mucha soltura y se han confesado que uno había perdido 80 kilos y ella 63 “estamos en las mismas”. En la mesa, Sara le ha contado que se había sometido a una reducción de estómago y él el ha contado que cambió su vida cuando fue a la tienda y ya no encontró nada de su talla. Ahora hace mucho deporte y es un apasionado de Marvel, algo que a ella le horroriza.

En el tema relaciones, Jonatan solo ha tenido una relación seria y asegura que no sabe ligar. Lleva unos cuatro años soltero y Sara ha sentido que eran muy iguales porque su historia era muy similar y también era una persona alocada, y divertida.

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Jonatan se ha quedado “un poco loco” cuando Sara le ha contado que había cumplido su fantasía sexual “un cambio de roll”. Al soltero le ha parecido muy interesante y ella le ha aclarado que ella era muy dominante y mandona en todos los sentidos. Él ha insistido en invitarla a cenar y le ha dicho que sí a una segunda cita.

Sara le ha reconocido que al verle ha pensado que no podían tener nada en común, pero que quería repetir porque se había sorprendido muchísimo y quería seguir conociéndole mejor.