Sara esperaba encontrar a un macarra en ‘First Dates’: “Alejandro tiene un poco de pluma”

Sara esperaba encontrar en ‘First Dates’ a un malote bueno y se ha encontrado con un chico estupendo que no ha conseguido despertar su lado más salvaje y que no le ha visto tan varonil como esperaba.

“Vive el momento”, es la filosofía de Sara, una joven a la que no le ha ido muy bien en el amor porque va buscando un perfil de “malote con trasfondo bueno”, pero se ha encontrado solo con malotes, muy malotes. Le gustaría encontrar a un chico gracioso al que le guste improvisar y tiene claro que no quiere en su vida a un nini ni a un pijo “su estética me echa para atrás”.

Alejandro, su cita en ‘First Dates’, se ha presentado como un chico detallista y atento capaz de ir a las 4 de la mañana a echarte una mano. “Tremendo pibón”, ha sido lo primero que ha pensado el soltero cuando ha visto a su cita. El soltero ha querido saber qué había estudiado su cita y ella le ha contado que estaba haciendo un doble grado de Magisterio y Educación Física. Él ha estudiado informática, pero su sueño de pequeño era ser matemático.

Sara está acostumbrada a tratar con chicos muy machotes y ha sentido que Alejandro no se ajustaba a lo que buscaba “tiene un poco de pluma”. Ya sentados en la mesa, él le ha contado que era de Cádiz, pero que llevaba muchos años viviendo en Madrid y por eso no tenía casi acento, aunque sus amigos pensaban que sí lo tenía cuando pasaba unos días en el sur.

La cita estaba siendo muy cordial y los jóvenes no han parado de hablar en ningún momento, pero Sara tenía la sensación de que Alejandro era “un chico muy normativo en todos los aspectos” y ella está buscando a alguien que destaque “por guapo o no por tan guapo, pero sí que vista muy bien”. Todo lo contrario, a él que estaba encantado con todo lo que la joven le estaba contando.

Alejandro ha querido saber qué buscaba Sara en un chico y ella le ha dicho que buscaba a alguien que le gustara hacer cosas y estar siempre activo. A la hora de salir de fiesta, ella le ha dicho que le gustaba ir a diferentes discotecas y se ha sorprendido muchísimo al saber que su cita era relaciones públicas de una discoteca porque no le pegaba absolutamente nada. Ella tiene una imagen de lo RR.PP. que no se corresponde con la dulzura y la tranquilidad que aparente tener Alejandro.

Sara ha querido saber qué tipo de amigos tenía Alejandro y él le ha dicho que no se consideraba un pijo, pero que tampoco era un cani eso sí “si me ves en mi barrio voy en chándal”. Sara le ha confesado que ella era muy de chándal y que muy pocas veces más la iba a ver con tacones.

En el momento de la decisión final, Alejandro se ha mostrado a favor de tener una segunda cita para conocerse mejor, pero ella le ha confesado que no pierda la esperanza de encontrar al macarra con buen corazón que la trate como una reina, y él lo ha entendido.