Trabajar por dos pesetas

Los inmigrantes vienen a España con una gran ilusión: encontrar un trabajo y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Muchos de ellos no consiguen los deseados papeles y sus sueños se ven truncados. El INEM registró un 53,8% de desempleados extranjeros más que hace un año; esto supone un 7,3 por ciento por encima de la cifra del pasado mes de enero. La crisis se hace patente.

La mayoría de los inmigrantes que buscan trabajo en España se topan con ofertas en el sector servicios, en la agricultura o en el sector del ladrillo, que en la actualidad está sumido en una profunda crisis. La precariedad suele ser la nota de color en sus inexistentes contratos.

El problema es que, al menos hasta ahora, los que huyen de la desesperación y ponen rumbo a un mundo mejor son los últimos en enterarse de la situación laboral del país. Cualquier cosa puede ser mejor que el infierno en el que viven. O, al menos, eso piensan ellos. De momento el Informe sobre condiciones laborales de los trabajadores inmigrantes en España sentencia que "Hay más de un millón de trabajadores afectados por problemas de irregularidad laboral".

Del total de inmigrantes en paro, 189.078 proceden de países extracomunitarios, frente a 69.287 pertenecientes a algún país miembro de la Unión Europea (UE). La proporción de los desempleados extranjeros es más desfavorable para los hombres. Asimismo, la mayor parte de los parados extranjeros son menores de 25 años.

Adiós a la construcción

La crisis en la industria de la construcción, uno de los motores de la economía durante los últimos diez años, ha supuesto un gran golpe para los inmigrantes. El número de los desempleados de este colectivo ha aumentado un 92% en un año. Sin embargo, la industria y los servicios, sectores llamados a absorber el empleo que ha destruido el sector del ladrillo por motivo de la desaceleración no presentan mejores ratios.

Sector servicios, un poco negro

Más de la mitad de los parados extranjeros registrados en el INEM se encuadran en el sector servicios, con 140.617 desempleados. Un gran número de extranjeros extracomunitarios en España (chinos, marroquíes, filipinos, peruanos, dominicanos, argentinos, colombianos, etc) trabajan en la hostelería, un mundo en el que cada vez vemos a más inmigrantes trabajando como camareros. Sin embargo, se observa una mayor concentración de los españoles en las actividades de cara al público; los extranjeros suelen quedar destituidos a pinches de cocina o limpiadores. Actividades ocultas y peores remuneradas.

Agricultura y las contrataciones en origen

El aumento más elevado de todas las parcelas económicas ha sido el 139% de la agricultura, que sumaron en febrero 16.675 desempleados. Uno de los métodos que utilizan en este sector en la contratación en origen, un procedimiento para cubrir plazas de trabajadores que no pueden ser cubiertas con personas españolas. Tras el 'boom' de inmigrantes debido a las regulaciones masivas ahora apostarán por las este tipo de contrataciones.

Empleadas del hogar

Ellas vienen muchas veces solas, sin sus hijos ni pareja. Trabajan más de doce horas diarias, casa por casa, sin un contrato digno ni vacaciones. Son el nuevo ejército de mujeres extranjeras: las empleadas del hogar. Muchas veces no hablan bien español, pero eso no es inconveniente, tienen que trabajar día y noche para que su familia viva mejor.