Seamos sinceros. El 71% de los turistas que se han alojado en un hotel admite haberse llevado algún objeto de valor, según una encuesta de plataformas como Hotels.com. ¿Cuáles son los objetos que más robamos? Los accesorios de baño, toallas, cuadros, secadores, bombillas, sábanas e incluso obras de arte.
Son las estrellas en esto de los objetos robados y, quizá, de los pocos que luego sí usamos en casa. La mayoría de los viajeros aprovechan su último día de estancia para llevarse estos objetos en su maleta, y eso que no son precisamente pequeños y discretos.
Españoles y argentinos encabezan el ranking (71%) de nacionalidades que más roban, seguido de los norteamericanos (53%). Entre los que roban menos se encuentran los orientales, coreanos, chinos y noruegos (31%), según las encuestas. Otras empresas del sector como Jetcost.es afirman con resultados muy similares que el 81% de los clientes reconoce haberse llevado algún objeto de la habitación. Nueve de cada diez españoles reconocen que sí que llevan cosas de los hoteles. "Algo cae", es la frase más común.
Lo que sorprende en los establecimientos hoteleros es que gente aproveche el desayuno con el buffet libre para llevarse la comida para todo el día, algo cada vez más común.
Sí, por extraño que parezca, todos nos hemos llevado alguna vez esos botecitos de champú y gel, el kit de lavado de dientes e incluso algo tan absurdo como el gorro de ducha. Evidentemente todos tenemos estos objetos en casa, pero debe ser que nos cuesta abandonar algo que es ‘gratis’. Pero una de las estrellas indiscutibles son las botellas del minibar. Sí, todavía hay quien saquea el minibar antes de marcharse. Chocolatinas, cacahuetes… Cualquier cosa es un buen botín.
De hecho, ya hay hoteles españoles que utilizan sensores de movimiento que detectan cuando alguien toma una consumición los hay que rellenan el minibar con botellas de agua para que cuando se revise ya sea tarde. Tampoco se salvan las pilas del mando de la tele y del aire acondicionado.
¿Hay expertos en robos de utensilios de hotel? Pues parece que sí. Los ladrones especializados en hoteles tampoco faltan durante esta época del año, adquieren distintas identidades y engañan hasta el más avispado de los recepcionistas. Rastrean los pasadizos en busca de una puerta mal cerrada o hackean las cerraduras electrónicas para sustraer objetos de valor. En la actualidad también proliferan sitios web espejo, operan internacionalmente y se dedican a duplicar la imagen y contenido de webs hoteleras induciendo a confusión al cliente quien acaba pagando en el sitio web clonado.