La investigación comenzó en agosto con una denuncia por hurto en el domicilio de una mujer de 77 años que echó en falta todas las joyas que guardaba en su joyero y que valoraba en unos 1.500 euros, aproximadamente.
La víctima sospechaba de la mujer que limpiaba en su casa una vez por semana y los agentes descubrieron, tras contactar con la empresa que la tenía contratada, que la trabajadora doméstica también había ido a una segunda vivienda de Esparreguera en la que habitaba una mujer de 72 años con movilidad reducida.
Los Mossos consultaron con la anciana, que revisó su joyero y comprobó que le faltaban varias joyas, así como unos 250 euros que guardaba en la cómoda de su habitación.
Los investigadores comprobaron que desde febrero la trabajadora había realizado ocho ventas de joyas que pertenecían a las víctimas en un establecimiento de compraventa de oro del municipio por el que cobró más de 1.700 euros, por lo que fue detenida el pasado miércoles 30 de agosto.
La mujer, también residente en Esparreguera, pasó a disposición judicial tras pasar por comisaría y el juez decretó su libertad con cargos.