El veneno para controlar las plagas de topillo afecta también al cernícalo, su depredador natural, según un estudio

EUROPA PRESS 29/08/2017 13:21

Según la investigación, en la que también han participado el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC) y la Universidad de Oviedo, las plagas de topillo campesino, Microtus arvalis, son un evento recurrente en las zonas agrícolas de Castilla y León que "suelen controlarse utilizando bromadiolona", sin embargo, la presencia de este producto en zonas agrícolas "tiene efectos sobre otras especies ya que el veneno no es inocuo".

Para llevar a cabo el estudio se tomaron muestras de sangre de 112 pollos de cernícalo para analizar la presencia de bromadiolona y sus efectos sobre la especie.

Los análisis evidenciaron que casi el 17 por ciento de los pollos tenían niveles detectables del veneno en sangre y que las aves afectadas pesaban casi un 8 por ciento menos que el resto.

El investigador del MNCN David López-Idiáquez ha destacado que la presencia de bromadiolona y el peso más bajo de los pollos "podría estar incrementando su tasa de mortalidad, ya que es un factor crucial que determina la supervivencia durante las primeras fases de vida".

ALTERNATIVAS AL VENENO

Según ha informado el MNCN, desde el año 2009, un proyecto del Grupo de Recuperación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) desarrolla métodos que potencien el control biológico de plagas.

En el caso de las plagas de topillos, el proyecto de GREFA trata de incrementar la densidad de cernícalos vulgares, Falco tinnunculus, y lechuzas, Tyto alba, que son "depredadores naturales de los topillos", mediante la colocación de cajas nido que mejoren las condiciones de estas especies para criar.

Según López-Indiáquez, "es paradójico que el uso de la bromadiolona para reducir el número de topillos en los campos de cultivo podría, al mismo tiempo, estar reduciendo las poblaciones de depredadores naturales de esta especie".