Nos volvemos más irritables, nerviosos y conciliamos peor el sueño en verano

Noticias Cuatro/Agencias 15/07/2013 18:36

"Un trastorno adaptativo”, así lo ha indicado el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (Asepp), el doctor José Antonio López Rodríguez, con motivo del inicio del verano.

En este sentido, señala que el calor "genera un aumento de la ansiedad debido a la hiperactivación metabólica" lo que, a su vez, "produce una activación cerebral que nos impide dormir bien". Por ello, subraya que, mientras el cuerpo se adapta al calor, es necesario ir a dormir "sólo y cuando se tenga sueño".

Además, y en relación a lo expuesto, declara que dar vueltas en la cama pensando en que no se puede dormir "no hace sino reforzar el sistema de alerta y nerviosismo del cerebro". Debido a esto, dormir "se hace tarea imposible", observa.

La ansiedad y la falta de sueño se complementan

A juicio de López Rodríguez, la temperatura externa que el cuerpo necesita para dormir bien "es, aproximadamente, 21 grados", por lo que por encima o por debajo de este ambiente, "ya no se duerme bien". Así, afirma que la ansiedad y falta de sueño "se complementan y se potencian el uno al otro, dando lugar a una espiral que es necesario frenar a tiempo".

De cualquier forma, e insistiendo en que es un síndrome adaptativo, el experto asegura que los síntomas desaparecen "a los pocos días". Por esta razón, y aunque en agosto las temperaturas suelen ser más altas que en julio, "estos días el calor afecta en mayor medida".

Otro aspecto que destaca el máximo representante de la Asepp es que "no pasa nada por dormir mal dos o tres días", motivo por el que apuesta por "desmitificar" este hecho. El cuerpo humano "está más que preparado para superar esta circunstancia", ha sentenciado.