Abandona a su bebé y a su marido tras tener un hijo con síndrome de Down

Noticias Cuatro 07/02/2015 19:10

Ruzan dio a luz en Armenia, donde vive la pareja, y donde les dieron las noticias sobre su bebé. Samuel, originario de Auckland, Nueva Zelanda, señala que al nacer “el pediatra salió de la habitación con el pequeño Leo”. Añade que las autoridades hospitalarias no les dejaron verle y que, cuando el doctor salió, les dijo que “había un problema serio con su hijo”.

Les dijo que su pequeño tenía una discapacidad, sufría Síndrome de Down. A pesar de ello, Samuel estaba igualmente feliz de ser padre por primera vez. Sin embargo, su mujer rechazó tocar a su hijo porque en la cultura armenia un hijo con esa discapacidad trae “vergüenza” a la familia, señala Daily Mirror.

Samuel explica que “me lo dieron y le miré y dije ‘es precioso, es perfecto y le voy a cuidar”. Pero que, cuando volvió a la habitación del hospital, se llevó una sorpresa con la reacción de su mujer. Le dio un ultimátum: si quería quedarse con el niño, entonces ella se iría.

“Lo que ocurre cuando un bebé como éste nace, te dirán que no tienes que quedártelo. Mi mujer ya lo había decidido, por lo que todo estaba decidido a mis espaldas”, señala Samuel. Una semana después de dar a luz, la madre de Leo pidió el divorcio.

El orgulloso padre quiere ahora volver a Nueva Zelanda, donde su familia le espera para apoyarle. Pero como hacerlo todo él solo será una pelea por lo que creó una página en GoFundMe. Internet le ha respondido con un increíble apoyo a su historia y ya llevaba recaudados más de 175.000 euros.

“No tengo mucho, de hecho tengo poco. El objetivo es conseguir lo suficiente para un año y conseguir un trabajo de media jornada para que Leo no tenga que estar en una guardería y poder cuidarle”, explica Samuel.

Ruzan, en cambio, en un comunicado publicado por el Daily Mirror, asegura que no abandonó a su hijo, sino que así tendrá un mejor futuro en Nueva Zelanda. Asegura que no le dio un ultimátum a su marido y que él desapareció del hospital con el niño diciéndole que volvía a Nueva Zelanda. Apunta que él nunca le ofreció viajar con él a Nueva Zelanda ni criar al niño juntos en ese país. Afirma que entonces se planteó luchar por él y que tuviera una vida en Armenia, donde hay pocas ayudas para niños con estas características, o dejar que viviera una vida con oportunidades en Nueva Zelanda, por lo que finalmente optó. También señala que ha intentado en varias ocasiones ponerse en contacto con Samuel sin resultado.

Por su parte, Samuel asegura que si su mujer decide volver, le perdonará y le dará una segunda oportunidad. Explica que aún “adora” a su mujer y espera que algún día vuelvan a ser una familia. “La puerta estará siempre abierta”, asegura y señala que siempre transmitirá buenos recuerdos de ella a su hijo. Espera que en el futuro haya alguna conexión entre madre e hijo.