La fiesta de una joven británica termina con un vuelo desde una octava planta

cuatro.com 09/07/2012 10:29

La fiesta de año nuevo terminó muy mal para una joven británica que cayó desde el balcón de la octava planta de su apartamento. Barragry Abigail había bebido algo más de la cuenta y cayó desde una altura de 30 metros.

Cuando llegó al hospital los médicos no pensaban que sobreviviría, porque tenía casi todos los huesos fracturados y pocas semanas después adviritieron a la familia que jamás volvería a caminar.

Barragry Abigailde 30 años había celebrado la llegada del año nuevo de 2011 con sus amigos en Malasia, donde trabajaba. Al llegar a su apartamento, se sintió un poco mareada después de tantas copas y salió a tomar un poco de aire fresco, según publicó el ' Daily Mail'.

Con tan mala suerte que al salir a toda prisa al balcón resbaló y cayó. Pudo aferrarse a la barandilla, aunque no recuerda cómo ni en qué momento llegó hasta allí.

"Todo lo que quería era un poco de aire fresco, pero al llegar a la terraza, me resbalé y la siguiente cosa fue verme colgada en el balcón, con las manos agarrando la barandilla. Incluso ahora no sé exactamente cómo llegué allí. "

"Todo parecía estar en cámara lenta", dice, "recuerdo que miraba a mis manos y sentía el pánico cuando me di cuenta que estaban agarrando el balcón, pero mi cuerpo estaba colgando".

La joven psicóloga que trabajaba en la capital malaya cayó desde 30 metros de altura y cuando llegó al hospital tenía casi todos los huesos de su cuerpo fracturado. Su estado era tan grave que los médicos ni pensaron que sobreviviría.

A pesar de las 13 operaciones a las que ha sido sometida y la cojera que tiene, se siente una persona afortunada, incluso habla del accidente como de un golpe de suerte, porque le permitió conocer al amor de su vida, James Coupe.

"Ahora, en mi cuerpo tengo cuatro placas metálicas, tornillos y una barra, cicatrices por todas parte y nunca volverá a ser físicamente capaz de hacer lo que podía hacer antes. Sin embargo, esta caída me ha puesto la vida en perspectiva".

"Me siento muy afortunada de estar viva. Si yo no hubiera tenido este extraño accidente, James y yo nunca nos habríamos conocido. ... Cada día me siento afortunada de estar viva. "

La joven, efectivamente, tuvo suerte, porque su caída fue amortiguada por una antena parabólica y el follaje de varios árboles. Así todo el impacto contra la hierba fue brutal y los médicos necesitaron diez horas de intervención para recolocarle sus huesos.

Tenía la mandíbula y la pelvis fracturada, la muñeca derecha destrozada y las piernas en estado calamitoso. Los médicos pensaron incluso que iba a perder una de ellas.

La joven pasó cuatro meses en el hospital y cuando fue dada de alta regresó a Reino Unido, donde después de meses de rehabilitación y de dolor ha conseguido empuñar las muletas para caminar.

"Nunca seré la misma otra vez pero no voy a dejar que lo que me ocurrió me frene. No era mi destino es morir, y saber eso es lo que me impulsa a sacar el máximo provecho de la vida."