Aunque a las 18 horas había dos manifestaciones convocadas, una en la plaza de Nelson Mandela, por parte del Sindicato de Manteros, y otra en la misma de Lavapiés, desde la plataforma de vecinos, ésta última apenas ha congregado a una decena de personas, que se han ido a los pocos minutos.
Aunque los convocados en la plaza de Mandela por el Sindicato y otros colectivos como SOS Racismo han bajado en principio hasta la plaza de Lavapiés, finalmente han vuelto al primer punto y se han juntado en una única protesta, que aunque en principio parecía que se dirigía hacia la Puerta del Sol, se ha mantenido en la plaza donde esta mañana se producían altercados con la Policía Nacional.
En esta ocasión, aunque se ha producido algún momento de tensión con algunos agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), pues al pasar por delante de ellos algunos de los manifestantes han clamado "policía asesina" y han llegado a escupirles, según recoge Europa Press, la tónica general es la de no violencia.
La plaza se ha llenado de centenares de personas que, según fuentes presenciales, han llegado a superar los dos millares.
Así mismo, al lugar se desplazaron una decena de furgones de la UIP en la calle Olivar y otras cinco en la misma Plaza.
DENUNCIAN UNA "MUERTE VIOLENTA"
Muchos de los manifestantes claman contra lo que consideran una "muerte violenta" y han cargado contra la Ley de Extranjería, a la que han definido como una normativa "que mata". Entre las consignas más destacadas están "ningún ser humano es ilegal", "La Ley de Extranjería mata a gente cada día", "Sí, sí lo mataron", y "No, no, CIEs no".
Entre los asistentes a esta marcha, estaba el líder del sector anticapitalista de Podemos y eurodiputado Miguel Urban y la concejal de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital Rommy Arce, que ayer comparaba lo sucedido con Mbaye con la muerte de Lucrecia Pérez, el primer crimen considerado racista en España.
MANIFESTACIÓN PARALELA EN BARCELONA
Del mismo modo, cientos de inmigrantes, acompañados por miles de barceloneses, se han concentrado en apoyo del senegalés fallecido en Lavapiés, extendiendo así las protestas más allá de la capital.