El militar herido en el tren francés taponó la herida de otro pasajero con sus dedos

Noticias Cuatro / Agencias 23/08/2015 22:17

Stone recibió ayer el alta hospitalaria, pero luce aún un aparatoso vendaje en su mano y es evidente un corte en su ceja derecha. El militar, miembro de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, ha comparecido ante la prensa junto a sus amigos, el estudiante estadounidense Anthony Sadler -ambos de 23 años- y el miembro de la Guardia Nacional Alek Skarlatos, de 22 años, quienes redujeron al atacante junto a un individuo francés.

"Me di cuenta de que le salía sangre a borbotones del cuello. Iba a usar mi camiseta, pero me di cuenta de que no serviría, así que le metí dos dedos en la herida, encontré la artería y apreté, así que cesó la hemorragia", ha relatado Stone. El militar mantuvo la presión hasta que llegaron los sanitarios.

El herido en el cuello continúa hospitalizado, según ha revelado la embajadora estadounidense en Francia, Jane Hartley, que también ha participado en la rueda de prensa. "Está yendo muy bien", ha asegurado.

Stone ha destacado que el hombre al que ayudo "tiene mucho mérito" porque fue el primero que intentó detener al presunto terrorista, identificado ya por las autoridades como el ciudadano marroquí Ayub el Khazzani, de 26 años.

El militar ha aprovechado para agradecer los cuidados de los sanitarios y médicos que lograron reimplantarle un pulgar que quedó amputado casi por completo por el presunto terrorista, armado con un cúter, una pistola y un fusil AK-47.

Los tres amigos se criaron juntos cerca de la ciudad estadounidense de Sacramento, en California, y se encontraban en Europa de turismo en parte para celebrar el regreso de Skarlatos de Afganistán, donde estuvo destinado.

En la rueda de prensa han asegurado que tuvieron más opción que reaccionar cuando vieron al presunto terrorista amartillando el fusil que llevaba. Stone ha relatado cómo le redujo con una llave asfixiante y Skarlatos aprovechó para golpearle en la cabeza con una de sus propias armas de fuego.

Después, los militares prestaron auxilio a los heridos y registraron el tren para asegurarse de que no había ninguna amenaza más, han explicado. Además, han revelado que, en su opinión, el presunto terrorista no tenía formación en el manejo de armas de fuego y que si hubiera aprovechado la capacidad de esas armas, podría haber tenido un efecto devastador.

La abogada del presunto agresor ha asegurado este mismo domingo que su defendido solo quería robar porque tenía hambre, una versión cuestionada por los estadounidenses. "No necesitas ocho cargadores para robar en un tren. Tenía mucha munición. Sus intenciones parecían muy claras", ha afirmado Skarlatos.