Se trata de la última de las medidas que está tomando el Gobierno británico contra las reclamaciones fraudulentas por enfermedades contraídas durante las vacaciones, con el objetivo de que estas dejen de producirse.
Por otro lado, la CMR ha revelado también que Allsure utilizaba argumentos comerciales engañosos, en los que exageraba las cantidades que los consumidores podían reclamar para así persuadirlos.
La CRM explica que descubrió que Allsure había infringido las normas de conducta en sus llamadas a consumidores para comercializar las indemnizaciones por enfermedades contraídas en las vacaciones, al hacer reclamos falsos o infundados e intentar enseñarles para que dieran las respuestas indicadas y cumplir los criterios exigidos para formular una reclamación.
Tras la anulación de la licencia de la empresa, esta ya no podrá ofrecer sus servicios regulados de gestión de reclamaciones "a nuevos ni actuales clientes", ha explicado la embajada británica en España.
"La CRM adoptará medidas firmes contra empresas de reclamaciones que incurran en conductas graves", según ha dicho el jefe del regulador británico, Kevin Rousell, y añadió que no van a tolerar "la conducta de fomentar la interposición de demandas fraudulentas".