El zoológico de San Diego, en California, se ha convertido en uno de los más famosos del mundo gracias a su nuevo inquilino, una cría de oso panda. Ayer pasó una nueva revisión, la de los cinco meses, para lo que comprobaron cómo estaban sus extremidades, su visión, y sus medidas.
Un laborioso trabajo para los veterinarios, ya que, como cualquier pequeño, el animal no paró de moverse.