La exmodelo ha estado prácticamente desaparecida de los actos públicos de su marido, Donald Trump, desde que saliese a la luz un vídeo de 2005 en el que el éste presumía de poder hacer todo lo que quería a una mujer sólo por el hecho de ser una "estrella".
Desde entonces, se han sucedido las confesiones de supuestas víctimas en las que se relatan posibles abusos cometidos por el magnate neoyorquino. Al igual que Trump, su mujer también ha asegurado que se trata de "mentiras".
"Creo a mi marido", ha dicho, en una entrevista con la cadena CNN en la que denuncia un complot "organizado desde la oposición". "¿Comprobaron el pasado de estas mujeres? No tienen ninguna prueba", ha alegado Melania Trump, que podría convertirse en la primera dama de Estados Unidos.
Tras la difusión del vídeo, la mujer de Trump reconoció en un comunicado que se trataba de términos "inaceptables" y "ofensivos" y confió en que la ciudadanía fuese capaz de aceptar las disculpas del candidato republicano --"como yo lo he hecho", apostilló--.
La exmodelo ha asegurado que se vio "sorprendida" por el contenido de la grabación, ya que no encaja con el hombre que ella conoce. Melania Trump ha argumentado, no obstante, que su marido se vio "incitado" a mantener una "conversación de chicos" en la que se pronunciaron palabras "feas".
A Trump le han llovido todo tipo de críticas por sus sucesivos comentarios machistas, pero su mujer ha insistido en que "respeta a las mujeres". En este sentido, ha afirmado que su marido es "real" y "bruto" y ha apuntado que, al dedicarse durante tantos años al espectáculo, ha hecho "muchas cosas en su vida".