"Sólo es una hipótesis más, pero está", ha señalado una fuente del Gobierno argentino citada por el diario 'Clarín'. Este planteamiento está recogido en un informe que el Gobierno le entregó el domingo al juez federal de la ciudad de Esquel, Guido Otranto.
Los agentes son un oficial subalférez y seis suboficiales --tres sargentos, dos cabos primero y un cabo-- que persiguieron a Maldonado hasta un barranco el 1 de agosto después de dispersar a los manifestantes que habían cortado la ruta 40.
Un mapuche identificado como Santana asegura que vio con prismáticos cómo tres gendarmes cargaban y se llevaban a Maldonado en un vehículo, pero, según la última hipótesis, el juez no cree a Santana, pero sí que Maldonado quedó en el fondo del barranco, en el río. O se ahogó por accidente o fue golpeado por los gendarmes, que lo dejaron allí desmayado o muerto.
El informe gubernamental fue elaborado por la propia Gendarmería tras interrogar a 120 gendarmes, incluidos los 40 que participaron en la operación del 1 de agosto. Además, según esta hipótesis, ya no sería una desaparición forzada: no hay una fuerza del Estado operando para llevarse a un civil del lugar sino uno o dos gendarmes ocultando su delito a sus compañeros y superiores.
Los casos de violencia policial tocan una fibra sensible en Argentina, donde la dictadura de 1976-1983 aplicó un régimen de detenciones ilegales, torturas y asesinatos en centros clandestinos que dejó unas 30.000 personas desaparecidas.