Felipe de Brabante, el príncipe tímido y deportista que se convirtió en rey

Cuatro/agencias 04/07/2013 00:20

Hijo del rey Alberto II y de la reina Paola, ostenta también el título de duque de Brabante. Se casó el 4 de diciembre de 1999 con Matilde d'Udekem d'Acoz.

El 25 de octubre de 2001, nació fruto de esta unión su primera hija, la princesa Isabel.

Dos años más tarde, el 20 de agosto, nació el príncipe Gabriel. Después vendrían el príncipe Emmanuel, nacido el 4 de octubre de 2005, y la princesa Eleonor, nacida el 16 de abril de 2008.

El heredero belga se graduó en 1981 en la Escuela Real Militar del país. Un año más tarde consiguió los títulos de piloto de cazas y de paracaidista. En 2001, fue nombrado mayor general de las Fuerzas Armadas y Contralmirante de la Marina. Nueve años más tarde, el príncipe Felipe fue ascendido al rango de teniente general y vicealmirante.

El futuro rey de Bélgica cursó sus estudios universitarios en el Trinity College de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y en la Graduate School, de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, donde en 1985 obtuvo un título de postgrado en ciencias políticas. En 2002, fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lovaina.

En 1992, debido a un aumento de sus actividades, se creó la "Casa del Príncipe Felipe". El 6 de agosto de 1993 sucede a su padre, el rey Alberto II, en el cargo de presidente de honor de la Oficina Belga de Comercio Exterior (OBCE), que diez años más tarde sería sustituida por la Agencia para el Comercio Exterior (ACE). Alberto II ostentó la presidencia honoraria del OBCE desde 1962.

Felipe es también, desde mayo de 1997, el presidente honorífico del Consejo Federal de Desarrollo Sostenible, que fue creado después de la cumbre de Río de Janeiro de 1992.

El 21 de junio de 1994, el príncipe heredero presta juramento como senador de derecho. Con este juramento, Felipe se compromete a profundizar sus conocimientos sobre el país y sobre la imagen y el papel de Bélgica en el mundo y en la relaciones internacionales, además de continuar con las labores oficiales propias de su cargo.

Cuatro años más tarde, se crearon los Fondos Príncipe Felipe, cuya misión es la de alentar los intercambios entre los ciudadanos y las organizaciones de las tres comunidades que conviven en Bélgica.

En su tiempo libre, disfruta de la compañía de su familia a la vez que se refugia en la lectura para mejorar su comprensión del hombre en la sociedad moderna, pasatiempo que alterna con la práctica regular de diversos deportes a fin de mantener una buena forma física, según su perfil oficial en la web de la Casa Real belga.